04 octubre 2019

MI VERDAD




A veces me cuesta reconocerme
por esa apatía que el tiempo
va dejando, como óxido,
tanto en el aparato fonador
como por la rigidez del oído
y de las articulaciones.

Con los años nos hacemos más débiles,
más frágiles y más enroscados en el pasado;
en consecuencia, cada día más pequeño,
hasta que alcance el grado de humildad
que considero meta y objetivo
según el nombre que me pusieron,
a cuya devoción me gustaría parecerme.

Confío en dar con el código,
con la llave maestra
con la que poder abrir la puerta de mi destino;
mas de momento,
me dispongo a seguir vivo y vivaz
y apurar los tragos
o los sorbos que todavía me restan,
antes de descansar
para siempre y ser por siempre mi verdad.

6 comentarios:

  1. No nos hacemos más frágiles, sino más crujientes, como el buen pan.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Crujiente en cada una de las articulaciones, Cayetano; algo así como una polifonía.
      Un abrazo.

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  2. Es cierto, cada uno vive su verdad.

    Un abrazo

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    1. Una verdad de hace unos instantes, Emilio, he perdido cuatro partidas seguidas a la Oca con mi nieto pequeño y se partía de risa el muy tramposo.
      Un abrazo.

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  3. Es verdad que los años nos dan más fragilidad y debilidad pero las circunstancias que nos toca vivir no nos permiten ceder a dicha fragilidad y tenemos que sacar fuerzas de donde sea para seguir adelante con nuestras circunstancias, no nos queda otra salida.Saludos

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