¿Quién escucha al que llora
en silencio su pena?
¿Quién recibe más, quien da
o quien recibe?
¿Quién cuida del mobiliario
urbano, la nada?
¿Quién ha pintado de azul el
firmamento
y lo ha decorado con gasas
de cirros y cúmulos?
¿Quién da la acera al
anciano o el asiento en el autobús?
¿Quién siembra las amapolas
entre el trigo?
¿Quién conjugó el futuro
imperfecto
y lo dejó en la enciclopedia
como contaminante?
¿Quién selecciona de entre
lo pequeño y practica la suma?
¿Quién se ha tejido un
chaleco de esperanza para las adversidades?
¿Quién no pondrá en duda al
sincero y negará al mentiroso?
¿Quién cambiará amarguras
por sonrisas y se hará un tocado?
¿Quién acompañará a quien
sufre por las sendas de la vida?
¿Quién acoge al que pide o
le regala una sonrisa al triste?
¿Quién se abrazará a mi cruz
y se hará mi cireneo?
¿Quién llenará de luz mi
ignorante inopia?
Habrá que pensar las respuestas como el de la escultura. Lleva así desde finales del siglo XIX y todavía no sabe qué responder.
ResponderEliminarUn abrazo.
Debe ser que le ha dado un aire. "The answer, my friend, is blowing in the wind."
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Si todos respondiéramos de forma positiva a tus preguntas, otro mundo más solidario, mas igualitario y mejor, tendríamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguramente, Emilio, las preguntas han surgido como necesidad de esas respuestas que no llegan.
EliminarUn abrazo.
Buenas preguntas que merecen una respuesta sincera.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo. Espero esas respuestas.
EliminarUn abrazo.
Nos has puesto a pensar más que El Pensador. Bien...
ResponderEliminarBesos
De eso se trataba de tratar de dar respuestas a ese puñado de preguntas.
EliminarBesos.