Se nos ha ido el fuego
y la efervescencia
cuando hemos llegado al
remanso
de esta edad madura,
donde las prisas y las
incontinencias
no merodean en nuestro
entorno.
El nido vacío,
solos tú y yo, el uno frente
al otro,
todas las atenciones se
duplican en reciprocidad
con interés redoblado;
yo con los pelo y la barba
cana
y tú refugiada en la
cosmética
incapaz de zancadillear
la edad que representamos.
Como la vegetación otoñal de
este paseo,
algunos brotes verdes,
pero también dorados o
amarillentos
en nuestras articulaciones
de este otoño que se nos ha
venido encima.
Se nos ha ido el fuego,
pero nos queda el rescoldo
de la ternura
y así pasearemos hasta la
próxima estación,
cuando a uno de los dos
nos sellen el inevitable
billete de regreso.
Por los colores, otoño puede ser la estación más bonita del año, digo bonita pero triste, está próximo el invierno. En cuanto a tu último verso, no debo de pensar en ello, en una semana el billete de regreso ha caído en dos personas muy próximas a la familia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo lamento, Emilio, por esas personas cercanas y sus familiares; pero eso es una realidad que nos asecha a la que no debemos vivir ni ignorantes ni agobiados.
EliminarUn abrazo.
El rescoldo puede ser más agradable que la llama viva que quema.
ResponderEliminar(Quien no se consuela es porque no quiere).
Un abrazo, Paco.
En el rescoldo se asan mejor el chorizo y las chuletas; hay que dejar que pase el fuego vivo para disfrutar de un buen banquete, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
A veces la palabra se tinta de colores.
ResponderEliminarDe eso se trata, Anna, de colorear cada etapa de la vida con los colores propios de la estación.
EliminarUna abraçada.
La calma y la belleza del otoño brilla en tus sentimientos, Francisco...Los frutos dorados y maduros cuelgan del alma y es un placer verlos y sentirlos.La vida sigue adelante y la fe nos da la mano para que no tengamos miedo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu amor a la vida y a las letras.
Feliz fin de semana,amigo.
Me pregunto, ¿qué he hecho yo para merecerte, María Jesús? Gracias por leerme siempre con tanta profundidad y tino. Mi felicitación es que seas mi amiga.
EliminarUn abrazo.
Cada edad tiene un sentimiento y esa ternura otoñal es una maravilla.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo, también soy de esa misma opinión.
EliminarUn abrazo.
Qué tiernas siempre tus letras. Me encanta el otoño y esos colores que hacen diferente la estación. Ni mejor, ni peor. Diferente. Un abrazo grande.
ResponderEliminarMuchas gracias, Martagona. Ella es mi vida.
EliminarUn abrazo.
¡Qué belleza Francisco! Ese otoño quisiera para mi, con esa paz y esa ternura de la que hablan tus letras, parecen manos acariciando la faz del ser querido. Un abrazo.
ResponderEliminarTe lo agradezco mucho, Musa. Así, tal cual lo has visto lo he sentido y expresado.
EliminarUn abrazo.