Ven,
que te voy a enseñar a la Novia, a la Esposa del Cordero.
(Ap 21, 9)
Ella
es una niña vestida de Primera Comunión,
una
novia enjoyada con oro de Ofir,
la
princesa de las cumbres nevadas
y
las torrenteras de los deshielos
donde
mora la alegría infantil y el gozo,
el
jolgorio de los juegos y las canciones
para
el resto de los días. Ella habita allá
donde
lo infinito es un mantel blanco
al
que no se alcanza a vislumbrar las vainicas,
esa
tela desmayada que ha de caer
por
los bordes del banquete de bodas
con
la generosidad de las fechas excepcionales.
Él
la ha elegido y la desposa
porque
es idílica como una ensoñación,
como
un ramillete de madreselvas
que
enloquece y emborracha los sentidos
de
quienes la observan y la contemplan;
un
deleitoso amor cuya fantasía son bucles
dorados
al sol en caídas helicoidales,
una
constelación de estrellas
que
no compiten sino armonizan con el Sol.
¡Ven, que te voy a enseñar a la Novia!
¡Qué cosa tan bonita!
ResponderEliminarUn primor, un ramillete de estrellas delicadas tomadas con mano de poeta-trovador para nuestra poeta-novia de los sueños del alba.
Un beso-beso grande a los dos.
No puedo creer que tú me digas todas estas cosas, tú que tienes tanto que admirar.
EliminarUn beso.
Francisco, tu composición me ha remitido a mi adolescencia, a mis cuentos hadas, que tanto me llenaban de imaginación, magia e ilusión...Esa niña-novia es un hada, que a todos enamora con su alma bordada de fiesta y de amor...Y nadie mejor que tú, niño grande, lleno de imaginación y magia para vislumbra esta joyita de jade, como diría ella...
ResponderEliminarMi abrazo grande para nuestra inolvidable amiga y para ti, Francisco.
M.Jesús
¡Qué bien la conoces, María Jesús! ¡Con cuanta razón eres para ella un alma predilecta!
EliminarBesos.
Divinura de poema como ella dice siempre, entre el blanco albar de un vestido de comunión ya late el alma de una bella mujer vestida de lirios blancos y azucenas, llena de ilusiones, aunque a veces la vida la enrede en sus hilos oscuros, la albura de su alma brilla como una constelación de estrellas que hechiza por su fulgor.
ResponderEliminarPrecioso poema Francisco, aunque no te enojes, el alma de Mª del Carmen es mil veces más bella y nos ha enamorado con la ternura y la pureza de sus letras.
Lluvia de estrellas en besos para nuestra amiga, y un gran abrazo para ti, paladín con bandera de luz.
Nos ha contagiado de algunas palabras, además de su mucho cariño. Le he pasado a Rossana todos tus mensajes y los montajes fotográficos. Ella, Divinura, está al corriente de todo tu afecto.
EliminarBesos.
Me gusta tu forma de ver y contar las cosas. Mientras se está probando a celebrar PRIMERAS COMUNIONES por lo civil, con la intención malsana de hacernos a los creyentes LA PUÑETA, y si de paso se llenan las arcas de los Ayuntamientos, mejor para ellos la experiencia... tu retuerces las malas intenciones de los que comparan las niñas a las novias buscando el desprestigio, y les das una lección poética y magistral. ¡Bravo por ti y por tu nieta! Es muy emocionante para los abuelos, ver hacer la PRIMERA COMUNIÓN a sus nietos.A mi me falta una. Las otras dos ya la hicieron.
ResponderEliminarQuienes disfrutamos escribiendo solemos decir de manera eufónica que lo hacemos para nosotros mismos, pero eso de deja de ser una desconfianza de si encontrará o no lectores. Todos escribimos para que nos lean, hasta el que hace un ejercicio curativo para el psicólogo. Pues frente a esa situación, Angalu, tu generosa respuesta pagando el esfuerzo de haber escrito este poema.
EliminarUn fuerte abrazo desde el alma.