La soledad es
esa cicatriz de silencio,
ese aturdimiento
ensordecedor
por el que pasa
la sequía desértica
de tus labios sellados de
arena.
Tras un largo silencio,
un tartamudeo cargado de
ilusión
y de esperanza desnutrida,
una voz agradecida con
regusto a miel
que sabe de hambre que no se
sacia,
pero que alimenta
y nutre la capacidad de
espera.
Ahora, un nuevo ¡Ay!
Una herida abierta por la
que sale a la luz
la tenebrosa fragilidad.
¿Qué hacer?
Acompañar, solar de
adoquines
un camino de esperanza
que lleve al éxito o a la
eternidad;
articular palabras que sean
lámpara
para este acompañamiento
sin respuesta
hasta que la soledad
sea un desierto intransitable.
La soledad es
esa cicatriz de silencio.
Que ese camino de esperanza lleve al éxito... Y claro que hay respuesta a lo que le escribes, cierra tus ojos y siente ese cariño y agradecimiento que te responde a través del viento.
ResponderEliminarDos abrazos.
Tienes razón, Sara: el viento trae una respuesta audible y agradecida. Muchas gracias también a ti.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cicatriz cuando no es buscada, refugio cuando es asumida como opción.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Cierto, Cayetano, hay más de un modo de ver cada sentimiento.
EliminarUn abrazo
La soledad, cuando es impuesta, es dolorosa y estresante. Te deseo que ese nuevo camino esperanzador te colme de felicidad. Un abrazo
ResponderEliminarEso espero y también deseo, Juan.
EliminarUn abrazo
Es cierto, aunque hay quien toma la soledad como una profesión, no me gusta.
ResponderEliminarSaludos
Cuando una actitud se prolonga en el tiempo, Emilio, suele acabar por esconder en parte la realidad de las cosas.
EliminarUn abrazo.
La soledad y el silencio, impuesto y obligados, es muy cierto que pueden llegar a causar una herida en el alma, gracias Francisco, por tu buen hacer de cada día que veo es contagio y se extiende por muchos espacios por los que paso como un homenaje en masa por nuestra querida amiga.
ResponderEliminarPerdóname Mª del Carmen por no ser capaz de escribirte un bello poema, se me encoje el corazón por este amargo momento por el que pasas y sé que desde este espacio de quien cariñosamente llamas “Españolito” te llegará mi pensamiento y cariño, así como mis mejores deseos de buena y pronta recuperación.
Siempre estás en mis oraciones, así como todos los que te cuidan y quieren.
También tú, Francisco.
Por este empuje a distancia pero cercano y que estoy segura pondrá una sonrisa en labios.
Un gran abrazo para ella, para quien la cuida y le hace llegar nuestro cariñoso recuerdo y para tu alma hermosa.
Ambar
Quiero que sepas, como a mí me consta, que no sólo le son leídos los poemas, sino todos los comentarios. Por eso ella se siente muy feliz con lo mucho que recibe. No se encuentra en condiciones de responder, pero se le ilumina la cara de alegría con cada uno de ellos.
EliminarBesos
Tampoco soy capaz de escribirte Mª del Carmen, pero has de saber que tu campanita todos los días piensa en ti.
ResponderEliminarApapachos.
Perdona amigo por coger tu blog co.
mo servidumbre de paso. Gracias, disculpas y besos.
También escucha la campanita, Tracy. Te agradezco que hayas usado mi blog para hacerte presente a ella.
EliminarBesos.