03 agosto 2015

YO ERA UN NIÑO



Yo era un niño sin defensa
en un medio hostil
donde los primos
─que no existían─
eran una atalaya.

Yo era un niño solo y timorato,
sin primos fornidos
en la retaguardia
y me resigné a no estar nunca
entre los intrépidos vencedores.

Yo era un niño alegre
que se tragó los miedos
como guarnición
de aquellas meriendas
de pan con chocolate.

En la Tabla Periódica
era posiblemente helio,
y en el Principio de Arquímedes
desplazaba menos agua
que ningún otro,
aunque tenía el aplomo
del semisólido azogue.
La infancia no es tiempo de inocencia,
no lo era en los niños de la oscura
etapa cercana a la posguerra,
donde la violencia era genética.

Yo era un niño acosado
por algunos elementos,
pero todavía no se conocía
el amargo significado del buying
y escupía los sorbos indigeribles
para no indigestarme.

6 comentarios:

  1. Te has equivocado Francisco, empleaste mal el tiempo verbal.
    SOS un niño , la sonrisa te vende. No tienes miedos porque te los tragaste todos.
    tengo ganas de pelearte . La infancia SI es un tiempo de INOCENCIA , aún en esos tiempos que aludes. .
    Yo te miro y veo al niño que fuiste. y es verdad lo que dices. nosotros no conocimos ciertas prácticas que conviven con los niños de hoy, pero aún así la INOCENCIA sigue latente en sus ojos.
    Me encantó conocer a ese niño que adorna tus versos .
    Apapachos.

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  2. Triste como lo explicas, pero aún te queda la oportunidad de resarcirte de llo, porque como dice nuestra común amiga que me ha precedido en el comentario, tienes la gran suerte de no haber perdido al niño que fuiste, que eres.
    Un abrazo.

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  3. No soy un maleducado que no de respuesta a los comentarios, sino que ya he consumido los megas destinados al mes y ahora marcha el ordenador a la velocidad de una bicicleta a la que pedalea un cojo.

    Gracias a todos por arroparme con vuestras lecturas, y especialmente con los comentarios que tanto me estimulan.

    Besos.

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  4. Por desgracia, siempre han existido los acosadores, los matones que imponen la ley del más fuerte. Pero estoy segura de que, consumido tanto miedo, ahora eres hombre valiente.

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  5. Será que eso te hizo muy observador y receptivo y por ello creciste con tu niño interior ileso, pero sin toda su frescura y mucha sabiduría. Siendo así: bendita la infancia que tuviste y que te conserva tan bien.
    Una dicha conocerte y estar siempre cerca de lo que tu corazón te hace compartirnos.
    Feliz semana... muchos besanises.

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  6. "con" en vez de sin. antes de frescura.

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