12 agosto 2015

JARDÍN CUESTIONADO



¿Qué le pregunta el ciprés desde su cumbre
al hibisco amarillo que está tan turbado?

Por qué se inquieta el césped cuando
arrastran las hamacas, acaso tiene cosquillas?

¿Por qué las coníferas sienten celos
cuando te atusas el cabello con los dedos?

¿Por qué la rosa impropiamente arrinconada
en un lugar recóndito sigue reinando?

¿Quién le ha dado tal agilidad
a la buganvilla para escalar los muros?

¿Quién desenreda el cabello del sauce
provocando una lluvia de verdes ojeras?

¿Por qué la morera tiene hojas tan anchas
como una mano generosamente abierta?

¿Por qué cubres el césped con una toalla, crees acaso
que su tacto es más agresivo que el detergente?

¿Nunca te has cuestionado las muchas dudas
que el jardín podría preguntarte?

6 comentarios:

  1. Nunca me las he cuestionado, pero ha sido interesante ¡lo que tú no consigas...!
    Lo que sí te prometo es que a partir de ahora no arrastraré las hamacas por el césped, en lo de la toalla llevas razón pero ¿y si aplasto a los habitantes del césped?, ahí llevas esa pregunta para que la contestes con la misma poesía que has hecho tus preguntas.
    Besos.

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  2. Yo tampoco me he hecho todas estas preguntas. Amo la naturaleza y en cuanto tengo la pequeñísima oportunidad de saborearla me la como entera. pero es interesante todo lo que planteas además de ser un bello juego de imágenes-
    Apapachos.

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  3. Preguntas muy interesantes. Me has traído a la memoria el capítulo 38 y 39 del Libro de Job en el cual se recogen preguntas muy interesantes.Un abrazo.

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  6. Exquisito. Me gustó mucho el detalle de la hamaca y el césped, hasta lo escuché reír.
    Un beso de anisest. y gracias por embellecernos los momentos con tu poesía.

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