09 agosto 2015

CADA COSA



Me gustaría tener una palabra
para cada cosa, incluso más
de una para un mismo objeto
o pensamiento. Es miedo al vacío.
El vacío absoluto es no tener nombre,
una palabra para cada cosa,
para cada emoción, para cada
vuelco del corazón y para cada
tronco, rama, hoja, flor, ermitaño
innominado por incapacidad.
Cada olor, cada aroma, cada atributo
cada animal, cada cosa, cada organismo,
para dar vitalidad a lo inerte…
Nada existe sin la palabra,
─salvo el vacío─
nada existe si no logro
esculpir la palabra adecuada.
No, yo no doy la vida, le doy
sentido, sentido pleno a lo huero
cuando le calzo la palabra adecuada,
cuando le enfundo  y ajusto
el traje a medida que le da personalidad.
Y así, a cada cosa,
¡Qué seríamos, por ejemplo, tú y yo
barnizados de silencio mate?

9 comentarios:

  1. Qué difícil es encontrar, en algunos momentos, la palabra justa!
    Abrazo!

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    1. Así es Zamarat, muy difícil; pero el autor siente un alivio importante cuando recibe algún comentario de un lector, lo que significa que ha sido interpretado.
      Un abrazo.

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  2. A mi también me gustaría, pero no es posible porque algunas cosas son muy difíciles de definir, como tú dices en tu entrada.
    Besos y feliz domingo.

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    1. Precisamente lo que hace interesante el arte de escribir es la habilidad en casar palabras. Todas están en el diccionario, pero hay que engarzarlas. Mil gracias.
      Besos.

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  3. Si la palabra dá personalidad y sentido a las cosas...Gracias a las palabras damos forma al SER, a la comunicación y a la AMISTAD...La palabra viste al pensamiento y expresa la grandeza del sentimiento...Pero, cuando la palabra es oscura, letal y puede confundirnos, es mejor el silencio. El silencio tiene la inmensidad del mar y la infinitud del universo...Y muchas veces logra decir y expresar lo que la palabra no logra.
    Mi abrazo de luz y feliz domingo, amigo.
    M.Jesús

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    1. Entre las muchas cosas que tengo que agradecer a la palabra, amén de mi propio ser, es tu amistad, la cual recibo como un regalo inmenso.
      Besos.

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  4. LA PALABRA ! cuánto poder tiene. LA PALABRA DICHA no tiene retorno.
    Nunca podremos abarcar todas las palabras, son ilimitadas. Le tengo mucho respeto a la palabra y sobre todo al TONO con que uno la dice o la emplea , oral o escrita.
    Debemos aprender a no lastimar con la palabra, lo que es muy común. En ese caso , mejor CALLAR.
    Sobre estas cosas hay que repetir y repetir a los niños y a los grandes también.
    Apapachos.

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    1. Tienes razón en cada uno de los matices que apuntas. Aunque mi carácter es bromista y alegre, procuro no herir a nadie de palabra ni de obra.

      Ayer noche sí me herí a mí mismo acudiendo al Festival Flamenco de Ojén y metiéndome en la cama cuando amanecía, pero gracias a Dios, cuando te respondo, ya se ha normalizado mi cuerpo hasta la siguiente.

      Apapachos.

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  5. Bravo, magnífico. Esa es ahora la palabra justa: Bravo por ese magnífico poema.

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