20 enero 2012

MAÑANA SOLEADA DE ENERO

A mi primo Francisco Márquez Espada

Hay paisajes que entran a formar parte de uno desde la más tierna infancia y nunca más nos abandonan. La distancia, por tanto, no es suficiente para separarme de mi Ojén natal sin permitirme vivir a mi atojo en el lugar que en cada instante me apetezca. He mirado las páginas del tiempo y me confirma que el día está despejado, así que, como tantas veces, con un libro de bolsillo en la mano paso del Sifón y me siento un rato sobre los bancos que hacen de salvamiedo sobre el cementerio viejo. Al otro lado de la tapia los campos de naranjos y las parcelas labradas con mimo; más lejos la hendidura del río que se junta, tras El Tejar, con el Aguamala y discurre sin pausa hacia el abrazo marino, tras perderse por la Fuentesanta. Y allá, casi en el infinto, la mar. Azul, muy azul. Una gigantesca mancha azul que hoy tiene la divisoria con el cielo perfectamente delineada. Sobre el horizonte, el Atlas, y escorado a la derecha el Peñón de Gibraltar.


El aire de la mañana aun tiene memoria de la escarcha nocturna, pero el sol ha usado la llave del proscenio y nos ha servido este espléndido día haciéndose caricia. Por Cañada Primera, corre un hilo de agua perdido entre las piedras que se despeña hacia el Amorquín. Apenas un leve murmullo que se apaga con el viento sobre las retamas y los algarrobos que ascienden hacia El Chifle. La nueva carretera ya no serpentea y se ha llevado por las alturas el tráfico que ahora es sólo eco lejano. De tarde en tarde, el ronroneo mecánico de un auto por esta carretera que me invita a orillarme. “¿Estás de pueblo?” —me grita a su paso— En el pueblo le suelen hacer a uno preguntas obvias, pero forma parte del saludo y la acogida. A lo lejos el sonido metálico de alguna azada cavando la tierra habla de presencia y pervivencia. Tras la alambrada del coto, pasada Cañada Tercera, un macho enhiesto sobre una roca enseñoreando su impresionante cornamenta; la brisa la tiene en contra y no se ha percibido de mi cercanía. Me siento al bode de la carretera y el macho sigue en su pose durante un buen rato.


Ya hace tiempo que he guardado el libro en el bolsillo recreándome en el paisaje. Por la Fuentesuela, ese tramo comúnmente umbrío, me invita a ponerme de nuevo el jersey que había anudado a la cintura. Ahora el murmullo del agua es cercano y el talud que me acompaña a la izquierda no me permite ver el paisaje de la Sierra Blanca hasta que no pase del cruce de Cerrillares. Se ha evaporado un tanto el olor a tomillo y ha tomado protagonismo el de romero y la resina de los pinos. En el paseo me acompaña como en flashback mi padre y los nombres de cada uno de los caminos y fincas que encuentro de paso. Allí aquellos amaneceres de invierno cuando la recogida de aceitunas en Purla y la bocina de Carita o de Pedro Caña. Estoy llegando a Los Rodeos —Los Caracolillos para los de Marbella y El Puerto de Ojén para las cartografías— y así podría seguir recorriendo y viviendo a mi capricho esta soleada mañana de enero donde me han traído los recuerdos, esos que son más poderosos que las distancias.

21 comentarios:

  1. Precioso paseo, tan bien lo describes que me parece estar viendo el paisaje de tu pueblo, me parece también oler el romero y el pino, es inevitable que la naturaleza nos transmita recuerdos de otros tiempos, ella está siempre ahí ligada a nuestros juegos de niños
    Bssss

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  2. Hola, buenas noches.
    Soy una amiga de Nerim, me llamo Kasioles, venía a pedirte un favor, yo no puedo dejar un comentario en su blog, al poner el código siempre me da error y se me borra el comentario. Otras veces lo he logrado, pero hoy y ayer, no.
    Quería comunicarle que nuestro común amigo André, se encuentra un poco delicado, está pendiente de los resultados de unas pruebas que le han hecho.
    De momento, está tranquilo y animoso.
    Te agradecería, si puedes, le pases este comunicado.
    Muchas gracias.
    Abrazos.
    Kasioles

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  3. Cuando mires las estrellas
    acuérdate de mi
    porque en cada una de ellas
    he dejado un abrazo para ti.

    Pasa un feliz fin de semana
    y serás protagonista
    de un millón de sonrisas.

    María del Carmen


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  4. ¿Seguro que la cabra es de verdad?, ahora no recuerdo en que pueblo andaluz, en uno de sus riscos pusieron una cabra montes, uno tenia que fijarse un ratito para darse cuenta que era de truco.
    Por lo demás un pueblo muy bonito.

    Saludos

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  5. Tus deseos, Kasioles, ya han sido cumplidos. Espero que en breve contacte ella contigo y con André o sus familiares. Para él, le deseo un pronta recuperación y fortaleza de ánimo para pasar este mal momento. ¡Ánimo, se recuperará y volveréis a disfrutar de él todos los amigos!

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  6. Me has hecho dar un gratísimo paseo pegado a tí. Me ha parecido escuchar el sordo ruido del paso veloz del macho cabrío huyendo no se sabe de qué. No me he llevado el libro, pero sí mi libreta de apuntes y mi cámara; lástima que no he logrado hacer ni una sola fotografía. Y además ¡no me ha dolido el pié!
    Un abrazo desde mi mejana

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  7. Buenasssssss!!!!! Bonita la foto, pero qué bonita!!! Cómo recuerdo esa panorámica!!!!! Y ya no está la carretera que serpentea???? Claro... tantos años sin acercarme a Ojén...!!! Besos primo!!!!!

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  8. Tremenda suerte la de los que no teneís que soportar los rigores de un invierno auténtico. Como mucho, un par de meses. Sana envidia que me corroe.
    Un saludo.

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  9. Buen viajito a Gibraltar y estupendo día soleado, que continúa hoy, dia de San Sebastían. Feliz fin de semana, Francisco.

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  10. querido Francisco.He dejado volar mi imaginación y ha sido un paseo relajante de los que gusta hacer en un bonito día de sol.
    Ni la distancia ni el tiempo separa ningún vinculo...
    Todo sigue igual?
    Abrazo compartido,seguro que me entiendes

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  11. Una vez más me he dejado llevar de la mano de tus palabras. he paseado por esos caminos, he oído la carrera del agua, y he olido ese intenso olor a jara y resina que se escapa de la yema de tus dedos. Y... claro, me he ido sin querer al pueblo de mi infancia, a su paisaje y a sus gentes, ésas que no se olvidan por muchos años y kms. de distancia.

    Un abrazo Francisco.

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  12. No conozco esa zona aunque después de leerte me parece que no puedo volver a decir eso, lo has descrito tan bien ...

    Un abrazo

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  13. Francisco, te leo y me dan ganas de estar ahi contigo con otro libro de bolsillo. En esta Buenos Aires tan querida por mí, la temperatura de estos momentos es de casi casi 40 C. Y vos me hablás de la escarcha mañanera...

    un beso

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  14. Gracias a esta entrada Francisco, me ha parecido estar allí disfrutando. Muchísimas gracias amigo. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  15. A Emilio Manuel: efectivamente, la foto de la cabra montesa es un "truco". Mi padre se ha tomado esa licencia.

    En realidad la fotografía es del Mirador de Juanar, llamado también mirador del Macho Montés, y la cabra que se ve en esa fotografía es una estatua.

    El Paraje Natural de Juanar está en la zona protegida del Parque de la Sierra de las Nieves. En tiempos, este refugio de caza (famoso por las cabras montesas que habitan la zona) fue incluso Parador Nacional, y en él llegaron a hospedarse algunas personalidades como Charles De Gaulle. Hace bastantes años dejó de pertenecer a la red de Paradores, y desde entonces lo lleva una cooperativa de trabajadores de Ojén.

    Mi padre me llevaba siempre todos los veranos a este sitio cuando éramos pequeños. Cerca del mirador hay una casa (que en sus tiempos estaba abandonada, ahora se ha convertido en un Centro de Interpretación de la red de Parques Naturales), cerca de la cual cogíamos tomillo y romero para mi madre.

    Como digo, mi padre me contagió el amor por Juanar, y de hecho en los dos últimos veranos he subido desde el Refugio por el monte andando hasta el pico de la Cruz de Juanar, desde el que se contempla perfectamente todo Marbella.

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  16. Pero eso sí, la descripción que hace mi padre no es la del sendero del mirador de Juanar, si no la de la carretera entre Ojén y Monda. Y es una descripción muy certera, os lo puedo asegurar.

    Aunque no tanto como mi padre, yo también he recorrido en mi infancia (los veranos) esos senderos, y he visto las huertas, la era, los naranjos de "El Calvario", etc, y también me traen bonitos recuerdos. Como el de la huerta de mi abuelo.

    Besos Papá.

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  17. Ciertamente he usado una fotografía tomada por mi hijo que no corresponde exactamente al lugar por el que paseaba, como él ha referido; pero el paseo virtual que recreo es fiel a la realidad y no sería la primera ni única ocasión en la que en la cercanía de la valla metálica que separa la sierra del pueblo y sus huertas haya visto un ejemplar como el de la fotografía.
    En mi método creativo ha sido primero el texto y luego me he arreglado con las fotografías que disponía para ilustrarlo.
    Por cierto, termino el texto diciendo que los recuerdos son más poderosos que las distancias: mi hijo Carlos ha hecho sus dos comentarios desde Moscú, lo cual confirma lo que digo de la relatividad de la distancia.

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  18. Que calladito te lo tenías. Pueblo hermoso como pocos, encaramado en la ladera de una montaña de casas blancas cegadoras por el sol durante todo el año.
    Saludos

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  19. Los recuerdos son personales y cada cual los perfila según su forma y manera de haberlas vivido. La memoria visual ayuda en estos casos porque es fotográfica, pero está la olfativa, la gustativa, tactil... Todas de alguna manera ayudan a revir esos momentos en los que creímos haber tocado el cielo.
    Me ha gustado recorrer tu recuerdos. Bss

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  20. Y es que días así se hacen perdurables, acogiendo lo inmenso, incluidos los recuerdos portándonos casi al éxtasis por todo lo que conlleva.

    Hoy para mi, ha sido un día de esos, hermoso, azul, brillante, placentero y lleno de armonía, el día hacia intermediario de ello.

    Abrazos.

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  21. Como yo no conozco (aún) ninguna zona de España, igual puedo creer que la cabra es autentica..porque si no me dicen que es una estatua jamás lo sabría...pero lo cierto es que es maravilloso pasear de tu mano Francisco, y conocer cada rinconcito de tu hermoso país..
    besoss

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