Plaza de San Lorenzo,
plátanos y palomas,
volanteo de alas
y gentío de personas;
niños con la pelota,
patines y bicicletas
entre juegos y rabietas
las mamás ojeadoras;
En los veladores,
madres que aguardan,
los cafés y la merienda
la tarde avanza;
las palomas picotean
migas y chuches
y en la basílica,
el Señor de Sevilla
¡Qué maravilla
de Gran Poder!
En los extremos,
dos altas palmeras,
algunos bancos,
catorce plátanos
y seis naranjos:
la plaza entera.
Una plaza preciosa, ideal para el reposo del paseante.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Es como si la estuviese viendo. La tarde avanza, catorce plátanos y seis naranjos: la plaza entera. Qu ebonito lo has dibujado con tus palabras.
ResponderEliminarBesos.
Con tus versos amigo mio, me has trasportado allí, a esa hermosa y bella plaza de San Lorenzo.
ResponderEliminarUn abrazo de MA.
Cuánto amor en esos versos por un lugar que bien se ve que forma parte de usted. Un rincón encantador, según nos muestra.
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Me entra nostalgia con esta entrada tuya.
ResponderEliminar¿Tú sabes que yo nací muy cerquita de esa plaza? En la calle Teodosio. Hace tanto ya que ni me acuerdo.
Un saludo.
Me parece estar allí disfrutando de la plaza y la tarde
ResponderEliminarBsss
Una plaza acogedora y llena de tradición, he podido conocerla y recorrerla a través de tu composición.
ResponderEliminarAbrazos alados, apreciado Francisco.
Mi madre jugaba en esa plaza de niña.
ResponderEliminarHe pasado tantas veces por allí de pequeña luego yo que es uno de mis sitios favoritos de Sevilla.
Un beso.
Una de las plazas con más sabor y color de la dulce Sevilla, sobre todo con el olor a azahar y a naranjo en flor durante la primavera.
ResponderEliminarSaludos
Hola Francisco...has pincelado un lindo cuadro...tu descripción es tan bonita que parece una pintura...te felicito con un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLAS PLAZAS SON MARAVILLOSAS.
ResponderEliminarME GUSTAN, TIENEN AIRES DE NOSTALGIA, DE TIEMPOS... CON SUS PALOMAS Y SUS RECUERDOS.
BESITOS
Un poema muy relajante. dan ganas de sentarse en un banco y contemplar la plaza entera.
ResponderEliminarBss
Pues sí señor, que la plaza entera nos llega con el volanteo de alas mientras esperamos los cafés y la merienda. Tal nos parece estar ahí, querido Francisco, ojeando a los niños en esa plaza de tus amores.
ResponderEliminarTe mando saludos mientras me quito el sombrero.
Ángel
¡Cuántas gracias os tengo que dar a todos! Debería haberle dedicado esta entrada a Cayetano (ahora es tarde), pues ya sabía de su nacencia en la calle Teodosio, tan cercana a la plaza; pero no sabía lo de la madre de Reyes... Lo cierto es que es una plaza tan popular y familiar que más que de ciudad parece de pueblo, salvo los viernes, día especial de visitas al Señor del Gran Poder.
ResponderEliminarQuerido Francisco, tienes un premio esperándote en mi blog.
ResponderEliminarPuedes pasar a recogerlo cuando quieras.
Un saludo!
Maravillosa plaza y su completo.
ResponderEliminarUn abrazo.