09 enero 2012

ESPAÑOLES POR EL MUNDO


Algunos porque salieron en busca de aventuras, otros por necesidad y los menos empujados por las circunstancias, son muchos los españoles que residen fuera de nuestro país. Y es que la emigración, aunque sea temporal, es tan remota como la vida misma. Esa circunstancia es la que ha favorecido el programa televisivo de TVE, que a su vez ha sido imitado por varios canales autonómicos con ciudadanos de su ámbito geográfico en el amplio panorama mundial.

Entre los aventureros, aunque la norma es ir, explorar y volver, también los hay que encuentran algo que les ata y echan raíces definitivas que no siempre pueden o saben explicar. Aquellos que viajan por necesidad, por buscar otros horizontes más prósperos donde ganarse la vida, creíamos que habían desaparecido con el decaído esplendor Hispanoamericano de la primera mitad del siglo XX o la Europa rica de los años 60; que nuestro propio progreso había repatriado a la mayoría y acabado con el ansia de otras perspectivas más propicias; pero esta crisis que nos asola nos está haciendo volver a caminos sobre los que ya había crecido la hierba. Al margen de los dos grupos anteriores hay otros llevados por las circunstancias: matrimonios mixtos en los que alguno de ellos tira del otro hacia su origen o realización de un trabajo puntual con su propia empresa española. Lo cierto es que aunque sólo existen fronteras para el hombre, no así para el dinero y las mercancías, son muchos los españoles que están viviendo fuera de su tierra.


Cuando se publique esta nota, amigo lector, mi hijo Carlos estará volando camino de Moscú, tras un corto periodo vacacional de Navidad, donde reside desde el pasado mes de agosto. La salida nocturna y la diferencia de tres husos horarios harán que se pase toda la noche volando, aunque realmente el vuelo es sólo de cinco horas. En su caso ha sido trasladado por su empresa para desarrollar allí un proyecto que se prolongará por un par de años y luego vuelta a Sevilla.

Algunos se preguntarán que a qué viene este cuento. Y no les faltará razón, pero ¿qué puede hacer uno cuando viene de la estación de dejar a su hijo cargado de equipaje y vuelve a casa con la intención de llegar a tiempo de colgar la entrada del día en el blog? Su madre compungida y yo con las ideas bloqueadas, no se me ha ocurrido otra cosa que hablar de aquello que en estos momentos ocupa íntegramente mi pensamiento.

25 comentarios:

  1. Y has hecho bien Francisco, ese nudo en la garganta no se deshace hablando de los puentes de Sevilla o del mercado del Jueves. Aquí estoy para darte un abrazo, y comprenderte, y ayudarte con ese nudo tan difícil de soltar.

    Un abrazo y un beso solidario para Pepita.

    ResponderEliminar
  2. También para eso sirve esta ventanita.
    Conozco la sensación pero desde otra perspectiva. Yo era muy niña (3 años) cuando mi padre emigró (años 60). Un año más tarde le siguió mamá. Tardaron 7 años en venir a buscarnos para que viviéramos con ellos. Y recuerdo la Navidad que vinieron, luego mi Primera Comunión y después la de mi hermano. Tres veces en 7 años .... Se hacía muy duro.

    Un abrazo muy muy fuerte.

    ResponderEliminar
  3. Yo, como emigrante, voy a aprovechar para mandarte un abrazo desde California.

    Y dile a Pepita que no me llore, hombre.

    ResponderEliminar
  4. Primoooooooo!!!! no me extraña para nada tu entrada!!!! Un hijo volando hacia Moscú???? La vida es así, y el mundo se nos ha quedado pequeño... los trabajos van y vienen... quñe te voy a contar!!! Quédate tranquilo que seguro se sabe cuidar... bueno... un poco de frío pasará... pero ahí tienen muy buena calefacción!!!! Besos de tranquilidad desde Cáceres.

    ResponderEliminar
  5. Según Juan José Millás en su libro El Mundo "la escritura abre y cauteriza al mismo tiempo las heridas".
    No sabes como comprendo vuestro dolor por la lejania de vuestro hijo, yo aprendí a vivir con la ausencia de mis aitas cuando apenas contaba 7 años,y por el mismo motivo, por irse a tierras lejanas a trabajar, a vivir con un poco de libertad, libertad que les era negada aqui en su país por motivos políticos.

    Gracias a la tecnología, hoy podemos comunicarnos día a día, podemos hablar y vernos al mismo tiempo, es como magia, la magia de acortar distancias acercando los corazones a través de la pantalla, claro que nada comparado a un fuerte y calido abrazo.

    Too mi cariño para los dos.

    ResponderEliminar
  6. Francisco, te entiendo amigo, que dificil ver a los hijos volar, cuando se van un poquito lejos, el alma lo resiente. Gracias por compartir tu sentir amigo. Besos, cuidate.

    ResponderEliminar
  7. Españoles por el mundo o Andaluces por el mundo son programas que me gusta ver, cada uno de las personas que en ellos salen cuentan sus peripecias e historias múltiples,unas historias que distan bastante de aquellos emigrantes que salían de España con la maleta de cartón.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  8. Un destino viajero el de su hijo. No parece Rusia el lugar más apetecible en invierno, pero en cualquier caso ha de ser una experiencia muy enriquecedora, y breve al fin y al cabo. Pronto lo tendrán de regreso en España.

    Feliz comienzo de semana

    Bisous

    ResponderEliminar
  9. Amigo Paco, te comprendo y te acompaño tratando de ocupar un poquito del vacío dejado, aunque no de la misma forma. Yo guardo un buen recuerdo de Moscú, claro que de turista...
    Mis ausencias han sido debidas al incremento de trabajo en la guardería en estas fechas pasadas. No por ello he dejado de visitar a mis amigos virtuales. Un abrazo y ¡ánimo!
    http://desdemimejana.blogspot.com

    ResponderEliminar
  10. Yo también te comprendo. Los que tenemos a nuestros hijos tan cerca de la mano, no nos damos cuenta del vacío que comporta la distancia.Nos encerramos casi siempre en nuestro hoy y apenas echamos en cuenta el hoy de los demás. Un fuerte abrazo, Paco, y que la lejanía traiga consigo la esperanza y la ilusión.Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Has hecho lo correcto. Temblando estoy de que mi hijo el mayor se marche a Inglaterra. Menos mal que en su empresa, con esto de la crisis, ha retrasado "sine die" ese asunto.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Pues un fuerte abrazo para ti y otro para tu mujer, que me pongo en vuestro lugar y se me deshacen los sentidos. Y has hecho bien en desahogarte, corazón.
    Muchos, muchos mimos para ti, cielo.

    ResponderEliminar
  13. ¿Y dónde mejor que en tu propia casa ibas a descargarte, Francisco? Has hecho bien en sacarlo afuera, y lo has hecho con mucha altura literaria: buena prosa y sabiduría para captar la atención del lector.
    ¡Enhorabuena!, como dicen por allí.
    Un gran abrazo, y a esperar con paciencia el regreso de ese hijo.

    ResponderEliminar
  14. Hermoso homenaje no solo a tu hijo (que al fin y al cabo es un privilegiado, buen contrato y tiempo limitado), sino a todos los que tienen que dejar aqui lo más sagrado, para buscar las habichuelas, sin saber como lo van a recibir. Y tu te has desahogado al mismo tiempo. Buena semana, Francisco.

    ResponderEliminar
  15. Moscú no está tan lejos Francisco.

    Empieza a buscar un vuelo que no sea muy caro, planear preséntaros allí con cualquier excusa, cuando la melancolía os invada, o cuando le echéis mucho de menos. Llevarle un buen regalo, de esos que agradecen los hijos (unbuen salchichón seguro que le deja encantado!!). No esperéis a que os invite, porque la vida vuela y hay que aprovechar los momentos.

    Has hecho bien en desahogar ese equipaje que traías cargado de "ausencias".

    Recibe un abrazo y ¡piensa en positivo!, que soñar un buen plan, aunque luego no pueda realizarse, siempre es mejor que llorar sin soñarlo.

    ResponderEliminar
  16. Totalmente normal Francisco.

    El tiempo pasa que vuela y cuando menos os deis cuenta estará otra vez entre vosotros.

    Un abrazo fuerte buen padre y madre.

    Con cariño,

    Montse.

    ResponderEliminar
  17. Ayer puede ver la ojos llorosos de Pepita y también percibí tu tristeza disimulada. Hablabais de otros temas pero se notaba que vuestra mente y vuestro corazón lo tenias de camino.
    Ya he sabido que llegó bien y como el tiempo vuela, pronto lo volvereis a tener aqui. Besos a los dos

    ResponderEliminar
  18. Francisco: Sé lo que se siente porque mi hija lleva en Alemania 10 años!!! Cada vez que se va o vengo yo de allí se me rasga un trocito del corazón y del alma, pero viendo lo feliz que es y la mejora que tiene se puede mitigar el dolor con la esperanza del siguiente encuentro.
    Ánimo que tu hijo estará muy bien y seguro que aprenderá mucho y bien.
    Respecto a lo de españoles por el mundo tengo que decirte que comenzó mucho antes madrileños por el mundo y lo copió TVE. Mi hija salió en madrileños el año pasado en Duisburg-Dusseldorf, por si la quieres ver; el vídeo está ahí.
    Te mando un fuerte abrazo y a tu señora y ánimo que todo se supera.

    ResponderEliminar
  19. Que te puedo decir yo, que de eso de idas y venidas se bastante. Mis padres emigraron a Venezuela y muchos años después mi familia y yo a esta querida España.
    Tras la tristeza de las despedidas siempre llega la alegría de un nuevo encuentro.
    Nada más enriquecedor que conocer gentes de distintas partes del mundo, un privilegio reservado a los emigrantes.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  20. No sé quien dijo algo así como que "los hijos no nos pertenecen" (a los padres, claro) En el fondo es ley de vida volar del nido. Pero el mundo se empequeñece tanto que solo está a cinco horas; más o menos como Madrid en coche

    ResponderEliminar
  21. Hola Francisco, gracias por compartir estos momentos con nosotr@s,es normal que tengas un nudo en la garganta y que tu mujer este compugida, pero los hij@s tienen que volar y hacer su vida....Dentro de nada os llegara un precioso bebe, que os llenara momentos de alegría y felicidad.
    Besos a Lourdes, y tu recibes un abrazo.

    Cinta

    ResponderEliminar
  22. y gracias por compartir tus pensamientos y tus sensaciones...
    te deseo un año lleno de bondades tambien para tu familia, en Moscú, en Sevilla...en el mundo.
    recibe mis saludos.

    ResponderEliminar
  23. Hola Francisco ¿Que qué se puede hacer? contarlo. Yo he hecho esto cientos de veces. Bueno no exageremos toda mi juventud, de la ceca a la Meca, y mis hijos por temporadas de estudio. Moscú es Europa y tan solo a cinco horas de vuelo.
    No le resto ni un ápice a vuestro sentimiento que entiendo. Y ahí no hay razonamiento que valga porque ya lo sabéis tan bien como yo. Cualquier día vuelve con una moscovita que por cierto son muy guapas:-)
    Bss y ánimo

    ResponderEliminar
  24. mi querido y admirado amigo te comprendo perfectamente, mi hijo estuvo seis años en Estados Unidos sacando el doctorado y cada vez que lo veía marchar después de pasar las vacaciones de Navidad con nosotr@s me caía el alma a los pies.
    Pero reconozco que ellos tienen que buscar su futuro, un futuro que por desgracia aquí no tenemos.
    Muchos besinos de esta amiga que te quiere un montón y le das de mi parte a tu señora otro montón, y deciros que aquí tenéis a una amiga para lo que necesitéis.

    ResponderEliminar
  25. Francisco, de la abundancia del corazón habla la boca... es un sabio proverbio, tu entrada está desbordadad por el amor a tu hijo, y por lo que estabas viviendo en ese momento. Cuando compartimos nuestro dolor, nuestro miedo, o nuestras angustias, algo dentro del alma se seda un poco, y esto no resta un ápice a la belleza de tu entrada, anegada de amor.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar