18 enero 2012

COMEDORAS DE ESTRELLAS


Amaneció el reloj, pero el día seguía rezagado entre las sábanas nocturnas con suspiros y aplazamientos remolones, una escasa y rotunda película grisácea por donde no se había abierto paso el claror de costumbre; todo opaco como una noche revalidada hasta el extremo, algo que jamás habían conocido los ancianos del lugar. Nadie lo había decretado, pero todos guardaban silencio expectante como si un mal presagio estuviera a punto de ser desvelado. En el reloj de la plaza sonaron las nueve pero tanto podría haber sido del día como de la noche. El vecindario, como si así lo hubiesen acordado, estaba atrincherado en sus casas llenos de miedo. Ni los niños fueron a la escuela, ni sus madres fueron a la fuente a por agua. Todo estaba en expectante silencio. En la alameda, el viento tocaba un réquiem sobre las ramas de los árboles, al tiempo que se mecían sus hojas llenas de pavor. Alguien dijo desde una ventana: “¡Son nubes comedoras de estrellas y le han debido dar una dentellada al sol!” La aflicción se hizo más aguda todavía y se oyeron el chirriar de muchos cerrojos enmudeciendo el murmullo. Al cabo, una voz anciana gritó no exenta de cierta afonía: “¡El sol es muy indigesto y pronto lo vomitará!” Se oyeron algunos suspiros de alivio. Y efectivamente, a eso de media mañana —aun noche cerrada—, se escucharon bostezos siderales y se fueron desplazando las nubes de forma progresiva hasta que quedó alumbrado un tardío amanecer.

19 comentarios:

  1. Esto es convertir un fenómeno natural en arte, muy bueno...
    Un gran abrazo.
    HD

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  2. No soy un poeta,
    soy un principiante
    de palabras rimadas y pensadas
    para no herir los sentimientos
    de quienes las lean cuando se acercan
    cual inexperta mariposa
    a besar el aroma de los acantilados.

    Cada día se vive un verso diferente,
    motivo de sobra ilustrado
    para continuar el camino
    con la vista fija en el horizonte,
    apoyado en la esperanza y el sosiego
    no permitiendo el retroceso
    al más endeble de los pensamientos.

    Un beso de amor y ternura

    María del Carmen

    (La naturaleza siempre navega a su antojo)

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  3. Hola Francisco, bello texto. Suele suceder que amanezaca nublado de tal forma que parezca de noche, pero el sol siempre saldra dice mi mama que le gusta mucho madrugar para regar sus platas. Besos, cuidate.

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  4. Decir que esas nubes tienen alma y capacidad para actuar, es lo que practicaban los animistas; es una de las religiones minoritarias que aún abundan en esos pueblos desconocidos.

    Un saludo

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  5. Jo,me ha encantado el texto personificador de astros que has puesto hoy aquí.
    Hasta he imaginado-y eso que me encantan-a las estrellas con dientes afilados y al sol desvaído por las náuseas.
    Precioso de verdad.
    Besos.

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  6. Me encantó el texto Francisco, esa manera de moldear palabras para describir una circunstancia climatológica. Esto es convertir lo prosaico en poesía.
    Felicidades.

    Un abrazo.

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  7. Hombre Paco: ¿Y qué haríamos sin estrellas? ¿Con quién hablaríamos en las noches cuando el sol haya ido a descansar? ¿Y si al sol le duele la dentellada de las nubes y nos manda sus potentes rayos para vengarse?

    Hay Paco, cuántas preguntas quedan tras tu cuento de verdades.

    Desde la soleada Gran Canaria, un abrazo, hermano. Ángel

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  8. Original texto para unas zampadoras insaciables de estrellas. Qué bonita la descripción de este amanecer con historia y pequeños diálogos encubiertos.

    Aquí, hace rato que amaneció, con bruma y mucho frío. Un abrazo Francisco.

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  9. Has hecho de un atardecer tardío y perezoso , un excelente texto literario!Un placer leerte Francisco.

    Un Abrazo.

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  10. Me pongo a pensar en esas personas de los primeros años de civilización..cuando hasta para descifrar el sonido del viento era todo un reto..
    Me imagino sus temores y sustos al ver ocurrir un suceso como un eclipse, o el curso de algún cometa que luego transformarían en dioses veloces surcando el cielo..
    Sin duda que estas nubes tormentosas serían nada menos que comedoras de estrellas...solo espero que no mis estrellas ni las tuyas..
    Que precioso relato, me cautivan todas tus letras..bss

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  11. Un precioso texto que me ha encantado, un texto para leer con el único sonido del silencio para poder apreciar toda la belleza de esas comedoras de estrellas que le han dado una dentellada al sol y me han hecho soñar, ¡precioso!, precioso de verdad, verdad, eres único Paco.

    Un fuerte y calido abrazo

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  12. En este tiempo hay muchas nubes por aquí y ciertamente da un pereza salir de la cama cuando se está calentito.
    "se fueron desplazando las nubes de forma progresiva hasta que quedó alumbrado un tardío amanecer"
    Precioso verso. Lo iumportante es que amaneció.
    Bss

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  13. Hola Francisco, gracias por esa bella entrada que ha hecho. Esperemos que no se nos indigeste el verdadero sol de nuestras vidas y nos siga dando luz.
    La obediencia en nuestra Orden no es ciega, sino razonada. Es una Orden democrática y antes de la obediencia está la caridad tal es así, que nuestras constituciones piden antes la caridad que la obediencia . Y así lo haría Jesús. obedecer por capricho, no debe de permitirse hoy en pleno siglo 21 , La obediencia, nunca debe quitar la libertad, nunca debe de aplastar. Nuestra obediencia es dialogada.
    Gracias a Dios, es una delicia obedecer cuando has podido hacer reflexionar a tu superior
    Le dejo mi ternura
    Sor. Cecilia

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  14. Hola Francisco, que Dios te bendiga. Gracias por tu hermosa visita y por compartir tu fe. Es maravilloso saber que en algún sitio distante hay un hermano.
    Me encantó tu prosa, tu estilo, tu blog. Muy ingenioso el relato. Me quedo a seguirte y vendré seguido. QDTB, recibe un fuerte abrazo.

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  15. "En la alameda, el viento tocaba un réquiem sobre las ramas de los árboles, al tiempo que se mecían sus hojas llenas de pavor."
    Espléndidamente descriptivo.
    Un abrazo desde mi mejana

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  16. Increible descripción de un amanecer tormentoso; realmente hay momentos que nos brinda la naturaleza de increible belleza y otros de mucho temor. Pero si podemos ver el sol, todo cambia.
    Felicitaciones.

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  17. A la hora de agradecer a mis lectores sus comentarios, siempre elogiosos, me quedo sin palabras o todas me parecen pocas para agradecer tanta generosidad; pero tú, inteligente lector, sabrás ver cómo detrás de esa cortedad lo que asoma es cierta timidez y un gran agradecimiento. Un fuerte abrazo a todos.

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  18. Precioso, gracias Francisco.
    Un abrazo para ambos.

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  19. Me encantan estos cuentos que escribes.

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