A los muchos subsaharianos que cayeron en el intento.
Desierto;
vida al límite, casi muerte,
donde el frío trasnocha
su ulular de espanto
con el augurio del último aliento
y el ardor del día es flama refulgente
que funde hasta la indolencia
y lleva a la flácida languidez extrema,
música fúnebre que se ahogada
en las notas de un tránsito
que sabe más de fracasos que de éxitos.
Desierto;
vida de muerte, deambular
de esperanza con el hatillo
de la escasez y la estrella que señala al norte,
donde viven las mesas con manteles,
donde habita el pan de cada día
y el agua carece de aprecio en su abundancia.
Desierto;
vida al límite, casi muerte,
caravana de existencias funestas,
de siluetas apagadas,
en tránsito hacia el norte,
allá donde la muerte es sólo
el sobresalto del último día
y no la espada del hambre,
la sed y la epidemia.
Desierto;
vida al límite, casi muerte,
¿a cuántas vidas te has fagocitado
mientras el tránsito hacia una vida
más próspera, donde la comida
es una rutina de varias veces al día
y no una quimera imposible?
Si pudiera llorar,
me gustaría derramarme
en lágrimas por tus caídos,
Muchos se juegan la vida por labrarse un futuro mejor, y termina e¡sus vidas bajo el mar, y los que consiguen llegar malviven mendigando en la puerta de un sumermercado. Terrible esta tragedia humana como la de cientos de miles desplazados en el mundo.Me sumo a tu homenaje y recuerdo
ResponderEliminarBss y buen miércoles.
Ante esa barrera infranqueable terminaron muchos sueños. Los que lograron pasarla, me pregunto si aún piensan que mereció la pena, tal como van las cosas.
ResponderEliminarPrecioso homenaje el que usted les hace.
Buenas noches
Bisous
Buenas noches primo!!!! Dicen que África engancha, que el desierto enamora, que su luna te atrapa... tus versos,además de bellos, son también certeros. Besos cariñosos desde Cáceres.
ResponderEliminarUn aullido de esperanza que se ahoga en la sequedad de las arenas.
ResponderEliminarBellísimo tu desierto,te dejo un fuerte abrazo.
Muy bello,Paco.
ResponderEliminarEn la playa de Tarifa un cuerpo de mujer joven esperaba su amanecer en esta orilla,pero ella seguramente viajaba ýa más lejos,caída en el intento de su libertad.
Nunca lo he olvidado.
Un abrazo.
Se cuenta, no hay estadísticas, que la mitad de los que lo intentan no llegan a su destino.Ellos, que son los más fuertes e inteligentes de sus pueblos y ciudades, conocen de la crisis de Europa, ¿como estará su situación para aún así lanzarse a una aventura, donde solo tienen el 50% de posibilidades de llegar?, luego cuando están aquí los ignoramos. Vergüenza debía de darnos.
ResponderEliminarUn saludo
Es hermoso y sin embargo,capaz de tragarse vidas enteras.
ResponderEliminarTan solo aquello valientes que nacieron de sus dunas perviven o malviven porque no los dejan vivir como merecen.
No creo que los acomodados,por mucha crisis e historias que vivamos,fuésemos capaces de soportar envolvernos de arena y sobrevivir.
Muy bonito homenaje poético para sus gentes.
Besos.
ResponderEliminarLas palabras nacen en el jardín de tu alma
como las flores brotan en el vergel de los sueños
de pétalos transparentes besados por la tundra
emanando fragancias que aromatizan mis oídos…
Un abrazo de ruiseñor
y un beso de mariposa
para enarbolar una sonrisa
en el arcoíris de esta mañana…
María del Carmen
Una delicia de poema para un drama terrible. Un precioso paisaje para un destino sin futuro.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Me gusta el poema, Francisco, es la metáfora del desierto con la muerte, pero muchas veces a través del horror del agua, de las pateras que no llegan a destino. Muy bueno. Triste realidad. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDesiertos, mares... no son barreras suficientes para los desesperados que huyen del hambre y la muerte. Nuestra crisis para ellos no es nada, comparado con lo que allí dejaron.
ResponderEliminarUn saludo.
Francisco buen poema de versos nos regalas para reflexionar sobre una realidad.
ResponderEliminarDesierto la muerte acecha entre las dunas... y a un así buscan un mundo mejor que el que dejan... solo los más fuertes llegan y le vencen... no les importa morir ... les importa encontrar una salida a sus desesperadas vidas.
Vida y muerte...una lucha.
Un abrazo de MA.
Hasta el más árido de los desiertos dulcifica sus penas cuando se vuelven versos de un poema. Gracias poeta por poderlo hoy conseguir.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces cruzar los límites del desierto tiene un alto precio a pagar, sólo al cruzarlo sabrán si existe la posible odisea o si se enfrentan a una muerte anunciada.Es demasiado sufrible la dureza que a veces presenta la vida.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Tu relato me hizo pensar en la frágil mentalidad de quienes teniéndolo siguen deseando algo mas sin saber lo que es...tienen casa, trabajo, familia, dinero y todo para ser feliz pero se encuentran dentro de un gran vacío que los lleva incluso a tomar decisiones como el suicidio....en cambio, hay quienes no tienen nada y se arriesgan a cometer semejante proeza por querer seguir manteniendo con vida a su familia..
ResponderEliminarQuizás esta como tantas historias en países donde el hambre y la fatalidad hacen al hombre arriesgarse por los caminos verses o incandescentes desiertos, por altas montañas o embravecidos mares..quizás todo esto sea el mejor indicativo de que vale la pena luchar por vivir...besos amigo Francisco
Un ramillete de versos en un desierto que es muerte y esperanza al mismo tiempo. Me apunto a esos lloros si por lo menos sirven mis lágrimas para acallar la sed de quienes la sufren en el tránsito de su travesía. Pero me apunto también para dejar de llorar y hacer algo que sea eficaz para quienes llegan.
ResponderEliminarErrata: "musica fúnebre que se ahoga".
Un beso Francisco.
Desierto, gracias es preciosa, magnifica.
ResponderEliminarFeliz tarde