27 julio 2010

LA VIDA SIGUE IGUAL

Mi incómodo inquilino, como las olas de mar, como las mareas y como el día y la noche, va y viene al ritmo incognito que le cuadra, pero con la misma periodicidad que cualquier otro fenómeno de la naturaleza, de ahí que yo lo acomode con mi mejor cordialidad y le dejo las puertas abiertas para su retirada. La vida sigue igual.

Como las golondrinas vuelven sobre sus pasos, vuelvo cada año a mi geografía íntima, esa que forma parte de mis paisajes en los momentos de añoranzas. Cada vez son más numerosos los que faltan, cada vez siento más cercano el vértigo de la proximidad al precipicio de la vida. Como cada año, la gente se queja del calor en verano y del frío en invierno, los hoteleros de la baja ocupación y los clientes de los servicios, con razón o sin ella; las paellas de los chiringuitos son más propias para las fotos de los guiris que para una ingestión suculenta y una digestión apacible, y los espetos de sardinas siguen estando inconmensurables; la gasolina sube y sube y los aparcamientos son cada vez más escasos o más caros; como cada año, numerosos negocios han cambiado de mano con la absurda esperanza de hacer el agosto en un par de meses, para difícilmente recuperar lo invertido y volver a dejar el testigo y las deudas en otras manos nuevamente esperanzadas. La vida sigue igual.

Como viene ocurriendo a lo largo de todo el año, otro asesinato en el seno de la familia, pero ahora es él la víctima: la anomalía que confirma la regla. La vida sigue igual y al igual que cada verano, Julio Iglesias vuelve a su casa de Ojén con su familia y aprovecha la cercanía para hacer bolos estivales y aparecer en las portadas del papel cuché, aunque este año le roba protagonismo la familia Obama que también ha elegido este maravilloso rincón de la tierra para sus vacaciones. En esos mismos días llegarán a Marbella mis hijos, pero pasarán desapercibidos -como cada año-, sin necesidad de ser nublados por ninguna otra familia de mayor pedigrí, si bien serán ellos los que llenen mis días. La vida sigue igual.

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