Cuando pasas sin decir nada,
como biselando el rostro bajo tus pasos,
¿dónde has escorado la sonrisa?
Cuando vuela la alondra haciendo arabescos
y el aire se llena de evanescentes geometrías
que al poco se disuelven como el humo,
¿cómo haces para reponerte y volver en si?
Cuando se calla el zumbido de la abeja
que afanosa liba la flor del almendro,
¿hacia dónde van tus pensamientos,
al miedo o al dulzor inefable del panal?
Cuando encadeno para ti endechas dolidas
y hasta el corazón se me transparenta,
¿en qué te fijas en la pulcritud de mi dicción
o quizás en cómo me desangro en cada palabra?
Cuando estando junto a mí estás ausente,
como embarcada en el crucero de tus sueños,
¿en dónde me sitúas? ¿Tal vez en los márgenes?

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