24 agosto 2017

TARDE, MAL Y NUNCA



A veces, la mayor parte de las veces,
nos sentimos conducidos por el deseo:
ni la apetencia, ni la voluntad,
ni el rigor de aquello que es saludable,
ni lo que orgánicamente ha sido establecido…

Deseo, fiera montaraz, impulso vehemente
que brinca por encima de lo adecuado y oportuno,
de lo educado y ajustado a la norma,
y que te eleva a lo más alto y escabroso
o te precipita a los profusos limos de la sima.

A veces, cuando dejamos que la pasión,
entorchada ella de arrebato, se haga norma,
es normal que se embarranquen
los más firmes sentimientos
y el arrepentimiento, como de costumbre,
llegue tarde, mal y nunca.

8 comentarios:

  1. Ágape sin Eros y viceversa resultan incompletos.
    Cuando se encuentran, entonces, el Cielo está en el suelo, en ti Dios y Dios en el amado.
    (Mateo 7,13,14)
    (Por tal razón se muestra pudorosa la Rosa,'escondida, un poco por broma, y un poco, por no morir nada más vernos.'

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    1. Gracias por tan selecto como exclusivo comentario, Merche.

      Besos.

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  2. Hola Francisco. A veces los deseos irreflexivos nos llevan a situaciones inesperadas y complicadas. De ahí que haya que pensar mucho lo que podemos perder, o ganar.
    Abrazosssssss

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    1. Además de todo eso, también lo errores no calculados; pero en fín, esto es lo que somos.

      Besos.

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  3. Llega casi siempre demasiado tarde.
    Besos.

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    1. Lamentablemente suele llegar demasiado tarde con frecuencia; pero así somos.

      Besos.

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