17 agosto 2017

NO SE DESCORRIÓ EL VELO



Anochecía en el claro del bosque
y el camino era un trazo diagonal
de luz ocre que cruzaba el paisaje,
arropado entre olivos
y flanqueado por serias escarpaduras.

Era en Juanar,  aguardábamos
el oscuro intenso y total para ver las estrellas;
más o menos a unos mil metros de altitud
y en medio de un silencio profundo,
coreado por la suave brisa en la arboleda
y la melodía monótona de los grillos
despidiendo el día desde la maleza.

Por los cerro cercanos, fumaradas
de nubes negras y deshilachadas
amenazaban con acomodarse por los riscos,
pero se desdibujaban al punto misteriosamente
y abrigábamos esperanzas de que despejara;
en el firmamento, una gran capa gaseosa
y aterciopelada de coral ocupaba
la casi totalidad del cielo
sin intención alguna de desplazarse y abrir.

La vista se acomoda a la escasez de luz,
como se acomodan los sencillos
a la calderilla de final de mes.
El pinar acaba siendo una mancha parda
donde sólo se delinea el contorno.

¿Acometemos a la intendencia?

Se hizo larga la espera como terca
y el firmamento cada vez más cerrado
invitaba a desistir y abandonar:
la Luna debía ser Nueva en algún lugar,
como lo habíamos previsto y sería sin dudas
el llanto lumínico de las hespérides el gran protagonista.
No se descorrió el velo nuboso, ya noche cerrada,
y festejamos el fracaso con las viandas
y alborozadas risas, mofas y linternas.

12 comentarios:

  1. Mereció la pena estar junto en tan bello paraje aún sin estrellas.

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    1. Por supuesto que sí. ¡Que nos quiten lo bailado! Mil gracias, Tomás.

      Un fuerte abrazo.

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  2. El cielo de tu noche velado de estrellas

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    1. El lugar es muy cercano e ideal por su nula contaminación lumínica, pero las nubes impidieron el espectáculo.

      Besos.

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  3. Este año las Hespérides jugaron con nosotros al escondite.
    Eso nos da motivos para vivir hasta el año que viene , por lo menos, con la esperanza de verlas.

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    1. Desde ese punto de vista hasta tenemos que agradecerles que no aparecieran, así nos garantizamos un año más, Tracy. Ja, ja, ja...

      Besos.

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  4. Esa noche las estrellas permanecieron ocultas a la mirada del hombre, ellas detrás de ese tupido velo, eran completamente de que un grupo de gentes agurdaban largo tiempo poder disfrutar de su presencia.

    Besos

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    1. Recuerdo que cuando era niño, bastaba con asomarse desde casa para ver el firmamento en todo su esplendor; pero todo ha cambiado tanto...

      Besos.

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  5. Hola Francisco. Seguro que a pesar de no tener la noche clara, disfrutaste del momento.
    Muy bonito.
    Abrazos

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    1. Eso es muy cierto, Isa. A pesar de todo lo pasamos estupendamente.

      Besos.

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  6. Tampoco por acá pudimos admirar el espectáculo, nos quedamos en nuestros palcos respirando la noche oscura.
    Besos.

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    1. ...y entre amigos, cenando lo que habíamos preparado bajo el manto de la noche. ¡Casi nada!

      Besos.

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