13 mayo 2012

EN EL DÍA DE TU SANTO



Hace ya 32 años que me robaron el corazón. Era una mañana de enero. Tras los cristales el frío en la distancia de Somosierra e imagino que también en la calle, al extremo de la Castellana. Las largas horas de contracciones y resuellos habían quedado atrás, como también habían quedado atrás los nueve meses de esperanza. Escuché tu llanto casi al instante de mi vaciamiento; allí los sudores y el escalofrío de haber dado vida con mi vida, ese milagro que me sigue sobrecogiendo. “¡No se duerma! ¿Me escucha? ¡No se duerma!” Después del ímprobo esfuerzo no me dejaban hacer lo único que me apetecía, además de acariciarte. Estaba extenuada, pero impaciente por tenerte en mi regazo y comenzar a amamantarte…   Me contaron una mentira. Tú no naciste muerta. Yo escuché tu llanto, ese que me sonó a melodía cuando se me abrieron las entrañas. No naciste muerta, no. “Es una niña”. Te llevaron adonde corresponda para vete a saber qué, pero no regresaste nunca jamás. “Es una niña; ha nacido muerta y es mejor que no la vea”. Aquel desgarro fue aún más doloroso que el de mis entrañas y ni siquiera traía en sí la recompensa. Sé que estás viva y por eso quiero felicitarte, mi amor. Te habrías llamado Fátima y hoy sería tu onomástica, pero no sé dónde te encuentras ni qué nombre te pusieron. Yo te di la vida y te he seguido otorgando vida en mi mente para poder seguir viva yo misma, ya que no he perdido la esperanza de encontrarte. Me han privado de acariciar tu pelo, de ponerte lazos y tirabuzones, de verte crecer y hacernos confidentes…   Me contaron una mentira. Tú no naciste muerta. Es más, estoy segura que sigues estando viva. Si lograra encontrarte sabrías muy bien lo mucho que te amo y el motivo de lo que para otros es pura demencia. No llegaste a saber que tienes dos hermanos mayores. Tú eras la tercera, por fin la niña, esa que no me dejaron tener, la que me sacaron del nido las rapiñas. Posiblemente seas madre; posiblemente…   Tú no debes saber que existo, que a mí me robaron y a ti te engañaron; pero si eres madres sabes sin duda que hay un lazo inquebrantable mucho más allá del cordón umbilical. Fátima, o como te llames  —para mí Fátima—, no he dejado de buscarte sin éxito ningún día de mi amarga vida, aunque vives por siempre llena de vida en mi corazón. Tu madre, tu verdadera madre, te desea un feliz día de tu santo.

15 comentarios:

  1. Cuanto dolor y amor en este recuerdo, que muera un hijo debe ser lo mas dificil de superar.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Un drama terrible.
    No tiene nombre esta atrocidad...

    Un abrazo,amigo!
    :)

    ResponderEliminar
  3. Hola Paco!!!! Triste y actual realidad la que hoy nos narras!!! ARRIBA ESAS MADRES QUE LUCHAN POR LO ROBADO!!! ARRIBA EL CORAJE DE ESAS MADRES QUE FUERON ENGAÑADAS!!! ARRIBA ESAS MADRES QUE HOY DEBERÍAN ESTAR CON SUS HIJOS!!! Todo mi apoyo para ellas y justicia larga y lenta para los malhechores!!! Besos primo!!! que me has tocado el alma!!!

    ResponderEliminar
  4. Una historia terrible que pone los pelos de punta.
    No puedo ni imaginar lo que puede sentir una madre ante una situación de éstas.

    Un abrazo Francisco.

    ResponderEliminar
  5. Terrible historia vivida por tantas madres. La única esperanza es que puedan recuperar a partir de ahora lo que la maldad del mundo les arrebato.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Emotiva carta que me ha encogido el corazón y ha conseguido que una lágrima resbale inquieta, como persiguiendo justicia a tanta desolación. Puedo ponerme en la situación, pero no sé si puedo sentir ¡tanto como todas esas madres sienten!. Porque ese sentimiento de desgarro interior ha de ser muy profundo, y únicamente filedigno a la realidad .... cuando de verdad, se vive.

    Lo has narrado estupendamente, Francisco.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Una felicitación entrañable que seguro que escribirían muchas madres que en su día fueron engañadas y que cada vez salen a la luz en mayor número.
    Sería maravilloso que todas pudieran llegar a encontrarse con esos hijos desaparecidos o robados.

    ResponderEliminar
  8. No puedo hacerme a la idea de lo que sentiria si me hubiera pasado algo tan doloroso.Pero lo que si podria imaginarme es el castigo que les imputaría a cada persona que ha contribuido a este robo de bebes para comerciar con ellos. Estas son las cosas que no se deben perdonar ni olvidar.

    Un fuerte y calido abrazo de domingo Paco.

    ResponderEliminar
  9. Ufff
    Me has hecho llorar!
    No logro imaginar el constante sufrimiento al que se debe someter una madre que intuye a su hija viva criada por otros brazos que no sean los suyos...
    Besos.

    ResponderEliminar
  10. Una tragedia que ahora está saliendo a flote y alcanza proporciones dramáticas. Aunque encuentren a sus hijos, quién reparará todos esos años perdidos?

    Feliz domingo

    Bisous

    ResponderEliminar
  11. Un tema de terrible actualidad. Debe ser tremendo pasar por una experiencia así. Y hay que ser canalla sin entrañas para ser capaz de hacer algo semejante.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Con un tema tan actual como este,tu relato me conmueve.Ojalá no existiese este problema y que ninguna madre sufriera este dolor en sus carnes.

    Un saludo!!

    ResponderEliminar
  13. Duro testimonio, que le remueve a uno las entrañas. Ese dolor de la madre es inpagable. Mis felicitaciones a la madre y a Fátima. Abrazos para tí, Francisco.

    ResponderEliminar
  14. UN RELATO TRISTE Y EMOTIVO QUE NOS LLEGA MUY HONDAMENTE, ES TERRIBLE PARA UNA MADRE PASAR POR ALGO DRAMÁTICO QUE MARCA PARA TODA LA VIDA.

    UN BESITO

    ResponderEliminar
  15. Hola, Francsco:

    Tristemente es así, los mercaderes de ángeles son unas impías aves de rapiña llenas de ambición y con sentimientos de hielo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar