09 mayo 2012

LLORAR JUNTOS


Tenía una depresión de caballo. A veces le veía con la mirada perdida en ninguna parte, olvidado del mundo y de sí. Todos le decía: “No llores, tienes que hacer por cambiar”. Él no comprendía nada y creía que nadie hacía por comprenderle. Sólo sabía de una angustia que le asfixiaba, que casi le impedía respirar y que sentía alivio llorando. “No llores, tienes que hacer por cambiar”. No llores, tienes que hacer por cambiar, le repetía una y otra vez alguna parte de su mente, pero ni lo entendía ni sabía qué y cómo hacer para salir de ese infierno en el que se abrasaba.

Melancolía, de Munch

Terminó porque le dejaran solo y su vida fue una ruina absoluta cuando todos le volvieron la espalda; ahora echaba de menos escuchar en los otros: “No llores, tienes que hacer por cambiar”. Ya nadie le decía nada y cada vez se sentía peor. Un día lo encontré derrumbado en un lugar apartado del parque. Le miré y no le dije nada; me senté junto a él y me puse a llorar como queriendo hacer causa común con sus males. Al poco se dio cuenta y me preguntó: “¿Por qué lloras?” “No lloro por nada —le contesté—; estoy triste porque te veo llorar angustiado y no sé cómo ayudarte”. Se produjo un largo silencio. Al cabo, me dijo: “Otros me han dicho que no llore y que cambie, pero no sé cómo y finalmente se han alejado; tú en cambio me has acompañado con tus lágrimas”. “No se me ocurre qué aconsejarte ni cómo debes cambiar, como te han dicho otros; pero eso sí, haré lo que puedo, lo que sé; me quedaré contigo y lloraremos juntos hasta que salgas de esta”.

Le sonó a chiste. Me miró incrédulo; lo hizo con cara de sospecha y, tras una larga pausa, soltó una sonora carcajada, a la que me uní como por contagio. Ese fue el comienzo de su cambio; ahora sigue el tratamiento médico y está muy recuperado.

14 comentarios:

  1. Nada más cierto cuando una persona se mete en la espiral de la depresión y no quiere salir por mucho que se le intente ayudar es en nulo.

    Un saludo Francisco.

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  2. Quizás el estar junto a él, fue lo mejor que le pudo ocurrir.
    Te dejo un abrazo.

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  3. Tengo dias tratando de sacar a mi hermana de una profunda tristeza, no lo he logrado... solo me queda como dices, llorar con ella. Saludos y gracias por ese gran consejo.

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  4. Hola Francisco...me ha impactado mucho este precioso relato...también necesito que llores conmigo...amigo, gracias, recibe un fuerte abrazo.

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  5. Eso se llama entender al enfermo. De verdad que me he emocionado al leerlo; tengo una amiga así y ya no sé como ayudarla; tampoco quiero darla por imposible. Que dificil es esto de la depresión. Gracias por tu experiencia. Abrazos.

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  6. Una depresión la comprende solo quien la pasa, para el que lo ve de fuera parece muy fácil salir de ella, se diría que el enfermo no se esfuerza, es más dificil de lo que parece salir de ese pozo. Ese amigo ha sido un verdadero amigo, para eso estamos para reir juntos y llorar juntos, comprender al amigo que es lo que ha hecho ésta persona
    Bssss

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  7. Hola!!! Hay veces que una palabra amiga, una caricia a tiempo, una compañía adecuada puede ser la respuesta a las muchas preguntas que en ocasiones nos hacemos. No hay mejor gratificación que volver a casa, sabiendo que has tendido una mano. Besos primo!!!

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  8. Supongo que en estos casos lo mejor es la compañía, sin agobiar, no te puede dar explicaciones de su tristeza quien no sabe por qué está triste.

    Hermoso texto Francisco.
    Un abrazo.

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  9. Por lo poco que conozco sobre el tema lo mejor que se puede hacer es lo que hizo.
    Precioos cuento que podría ser real.

    Un abrazo

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  10. Estoy en deuda con todos mis lectores y fundamentalmente con aquellos cuyos blogs no estoy atendiendo, pero ya mañana me habré puesto al día y os seguiré con el deleite de siempre.
    Con mis disculpas, recibid este abrazo.

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  11. Huyo de aquellos que te solo saben decirte lo qui tienes que hacer.
    Quien de verdad te quiere y le preocupas estará a tu lado y compartirá tus alegrías y tristezas. Un texto lleno de verdades.
    Bss

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  12. Ojalá todas las "depres" se curaran así. No haría falta el Prozac ese y se ahorraría en gasto farmacéutico.
    Un saludo.

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  13. Que historia tan bonita. Está claro que ofrecer compañía y apoyo es mucho más efectivo que los consejos.

    Un beso

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  14. Pero qué bonita historia,de verdad que sí.
    Los vericuetos de la mente son tan complicados que uno ni sabe a veces el por qué se siente de la manera en que lo hace.
    Lo que sí sabe es que la solidaridad,amistad y compañerismo es a veces la puerta necesaria para salir del ostracismo atroz de la melancolía.
    Besos.

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