“La felicidad es encontrarse satisfecho con lo que se tiene... y yo también lo estoy mucho. Por éso sé de lo que hablo”. (Mascab)
A poco de decirle a Emilio, en respuesta a su comentario, que casi nunca sé sobre qué escribiré para alimentar el blog al día siguiente, nuestra amiga Mascab en su comentario me ha dado el pie que necesitaba: “la felicidad es encontrarse satisfecho con lo que se tiene... y yo también lo estoy mucho. Por éso sé de lo que hablo.”
Como ella, opino que la felicidad no es un producto de cosecha externa, algo que pueda recolectarse en cierta temporada, o dependiendo del calendario, o como conjunción de una serie de factores exógenos que lo faciliten. No, la felicidad es un estado de ánimo y de gracia que le permite a uno afrontar con estoicismo, serenidad y buen talante cada uno de los acontecimientos, independientemente de que estos sean positivos o negativos. Dice el diccionario que felicidad es “el estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien”, pero eso no es exacto, ya que ese estado de felicidad es transitorio y sólo se vuelve a satisfacer entrando en la vorágine del consumismo insaciable. ¿Tal vez la no posesión de un bien hace que todos los pobres sean infelices y los ricos todo lo contrario?
Hace un par de días vi un reportaje en la tele sobre las personas que viven en El Vacie, el asentamiento chabolista más antiguo de la ciudad de Sevilla. Estaba centrado en un grupo de mujeres de etnia gitana que han representado por diversos teatros españoles La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. Pero más allá del exotismo puntual artístico, el reportero les hacía hablar de sus vidas, de sus modos y maneras de vivir, de sus carencias, de su analfabetismo. En ningún caso afloraba infelicidad en esas personas, sino todo lo contrario.
Tal vez uno de los ejemplos más extraños de felicidad, de conformidad con lo que se tiene y se es, lo encontremos en el libro de Job. Hombre rico y feliz que fue probado para ver si seguía siendo fiel en su infortunio, perdió todos sus bienes, fue herido en su carne con una enfermedad repugnante y dolorosa, rechazó a su mujer que le incitaba a maldecir a Dios y no se inmuta en sus convicciones, sino que, como encogiéndose de hombros dijo: “Desnudo salí del seno materno y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó”.
Todos conocemos ejemplos de personas que por sus muchos bienes tendrían que ser sumamente dichosas y otras que por sus muchas carencias se deberían sentirse sumamente afligidas, pero no es así. Nadie me ha hablado de la vecindad de la muerte con mayor serenidad y naturalidad, con mayor aceptación ni más franca sonrisa que una amiga, mujer joven, cuando me explicaba la avanzadilla del cáncer sobre su cuerpo. Por todo ello, y de acuerdo con Mascab, la felicidad es un estado de satisfacción con uno mismo en cualquier circunstancia.
Vaya! pues que sepas, que me ha gustado mucho, pero que mucho, tu reflexión. Y la hago mía...ahora voy a pensar en todo ello. Qué caramba!! si has descrito justo lo que he pensado todo este tiempo!!!
ResponderEliminarQue los pobres somos más pobres si consideramos que nuestra felicidad depende de poseer lo que el rico tiene.
Que el rico, por serlo, no es más feliz que el pobre, sino que, en muchas ocasiones, su dinero no les ayuda a encontrar la felicidad.
Que las cosas materiales no me mueven, que lo que de verdad me hace vibrar es la mano de un amigo sobre la mía, cuando ando desorientada o triste. Ésa mano, me hace feliz. Porque me llena de satisfacción saber que hay alguien con quien puedo contar.
Al grupo de mujeres que representan la obra de García Lorca, las he visto este mediodía mientras tomaba mi infusión en la cafetería frente a mi trabajo. Y he sentido satisfacción de verlas tan felices en sus humildes vidas.
Considero yo también, que lo que la vida me da, la misma vida me lo quitará. Pues allá, adonde vayamos en nuestro viaje final, solo los instantes vividos plenamente, son los que nos podremos llevar.
Y por último, me siento orgullosa de haber formado parte (así, sin comerlo ni beberlo), de éste post tan reflexivo que te ha salido.
Un abrazo para tí, y para ésa mujer que te acompaña...que seáis felices!
Ese estado de satisfacción contigo mismo y con lo que te rodea es lo que transmites en cada entrada de tu blog y es por lo que es un soplo de aire fresco pasar por aquí.
ResponderEliminarGracias por compartir esa felicidad con los que nos acercamos a tus escritos.
Un abrazo.
Paso a dejarte un abrazo. Recién entro de nuevo a este mundo virtual, donde la felicidad parece ser la tónica.
ResponderEliminarUno es feliz si así lo desea independientemente de las circuntacias. Lo que ocure que cuando se espera que otros sean causa de tu felicidad las cosas no funcionan.
Bss
Creo que sólo existen momentos de felicidad, ésta nunca es plena siempre y en cada circunstancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pienso como Elena. Es muy difícil la felicidad completa y creo que se viven momentos felices. Es posible que esa felicidad dependa también un poquito de la resignación o el conformismo. Y no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.
ResponderEliminarUn abrazo desde mi mejana
Sobre el concepto de "necesidad" hay múltiples teorías, el hombre ha tenido siempre "necesidad" de superarse a si mismo, siendo esta una necesidad moral y de supervivencia; la idea que hoy se tiene de "necesidad" es sobre todo material, surge con un discurso del Presidente americano Truman, que hablando sobre "desarrollo" -primera vez que se utiliza tal palabra- plantea que los países subdesarrollados, tienen "necesidades" materiales; las grandes potencias ven en esto de las "necesidades" un modo de "negocio", por aquí comienza el gran juego: se crean necesidades; se potencia el deseo de poseer y por último hay que conceder el crédito para comprar.
ResponderEliminarUno que ha trabajado con estas cosas, después de ver que muchos pueblos viven con lo justo, trabajan solo lo necesario y son tan felices ¿para que son necesarios tantas chorradas?
Si reflexionamos el exceso de necesidad y de comprar es lo que nos ha llevado a una deuda motivo de nuestra actual crisis -la necesidad material infinita-. Hay que reconsiderar nuestros modos de vida.
Buenos días Paco!!!! Creo que definir la felicidad como concepto abstracto, además de complicado, es muy relativo porque todo depende de cada persona, del sitio en donde vivas, de la cultura a la que pertenezcas, de tantos y tantos factores...!!!! La felicidad en nuestro mundo está relacionada con el materialismo pero por ejemplo la felicidad para los monjes del Tibet supone la paz y el cultivo del alma y con bien poco viven. Y en estos momentos yo te diría... para mí la felicidad es... "virgencita, déjame como estoy"!!!!
ResponderEliminarBesos extremeños.
Y no hay mayor felicidad que estar satisfecho consigo mismo, con lo mucho o lo poco que se tenga. pero no es fácil estar satisfecho hoy en día, y no lo digo por bienes materiales; el alma también es indescifrable, a veces.
ResponderEliminarEn este mundo redondo nada es verdad ni es mentira, todo es según el color de la felicidad que se tiene.
ResponderEliminarP.S. Mañana voy de gira, con excursión organizada, por los 'Madriles' y alrededores. (¡¡¡Huy, que frío que vamos a pasar...!!!) Desde Gran Canaria, un saludo para todos.
Hay gente infeliz podrida de dinero y gente que disfruta con cosas sencillas. La felicidad personal tiene que ver con la condición de cada uno no con el consumismo.
ResponderEliminarUn saludo.
La felicidad es etérea, son momentos... pero hay que saber guardarlos y recuperarlos cuando nos hagan falta.
ResponderEliminarSi mirásemos a nuestro alerededor, nos daríamos cuenta de que no todos los ojos ríen y lloran a la vez...
Te he dejado unas felicitaciones por ahí abajo...
Un besote!
;)
Mi querido Paco, esa felicidad de la que hablas es la que transmites cuando se habla contigo y la que me hizo describirte como un hombre feliz.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Si uno está a gusto consigo mismo, con lo que es y con lo que tiene, es feliz y está en paz.
ResponderEliminarBuenas reflexiones Paco
Un beso y un fuerte y calido abrazo
Siempre digo que la felicidad son momentos y siempre, si recapacito sobre ello,son esos que estoy con mi familia,cuando viajo, escucho música, bailo, montones de cosas así y sobre todas; cuando siento un cariño intenso.
ResponderEliminarEso es para mí la felicidad y para nada la identifico con tener tanto que no sepa ni lo que tengo.
Es cierto que necesitamos del dinero y el bienestar físico,pero no creo que nada pueda superar el estado anímico, psíquico y del corazón.
Besos.
HOLA HE LEÍDO TODO Y ESTOY DE ACUERDO,SOLO UNA COSA VOY A AGREGAR"NO ES MAS FELIZ EL QUE MAS TIENE,LO ES QUIEN MENOS PRESISA" NO SE QUIEN LO DIJO PERO ES UNA VERDD MUY GRANDE.- LAS MAYUSCULAS SON PORQUE VEO MENOS AFECTUOSAMENTE EDITA
ResponderEliminarMi madre me decía siempre "Mira niña, que la felicidad es un producto de fabricación casera y cada cual le pone la sal a gusto", pero a veces se me olvida y espero que la sal y la pimienta la pongan otros y así pasa lo que pasa, las expectativas no son lo que se dice un buen aliño para ser feliz.
ResponderEliminarBuscando mis propios ingredientes, te mando un beso.
Felicitaciones por tu blog, te invito a visitar el Blog de Boris Estebitan y leer un poema protesta titulado “Entre hipócritas e infieles”, que tengas un feliz fin de semana,
ResponderEliminarDe acuerdo en cuanto a la felicidad, pero lamento disentir respecto a Job. En el Libro de Job hay más quejas que resignación, más rebelión contra Dios que aceptación de sus desgracias.
ResponderEliminarLa felicidad va y viene, es efimera demasiadas veces, y se pierde cuando te cruzas con la infelicidad de otro.
ResponderEliminarLa felicidad podrá existir de verdad cuando todos lo seamos. Mientras hayan que no lo son seguirá siendo muy dificil hablar de felicidad, tal y como los comentarios de este post demuestran.
Un afectuoso saludo a todos