¡Cómo ha pasado de solemne el Señor de la Sentencia por la calle Feria, seguido por la Centuria Macarena! La Macarena se hizo esperar un poco, pero bien que valió la pena. Hacía frío, humedad y cierta destemplanza; amenazaban la nubes en sus desplazamientos desde Huelva, pero la Señora venía con su parsimonia radiante, enseñoreándose, luciéndose, contoneándose... espléndida con su manto verde de red, bella como ninguna. Cinco puñales de esmeralda en su pecho y millares de peticiones en la multitud que la esperaba. Ya estaba cerca de su templo, pero la Señora fue dando complacencia a sus fieles como saludando y despidiendo a cada uno de los que sobrepasaba; el más bello de los exornos, su cara y su "fiat".
Cuanto me alegro que hayais podido disfrutar de la procesión de la madrugá, lo he visto por televisión. Y aunque no soy muy amiga de procesiones y semanasanteras, si que me gustaría vivirla aunque fuera una sola vez rodeada de gente fervorosa y sentir vuestro sentir, a lo mejor se produce el milagro y mi alma se "recompone".
Algún día, no sé cuando, ire a ver esa Madrugá con vosotros. Seguro que iré. Un beso a los dos
ResponderEliminarTienes plaza reservada en nuestra casa y en nuestros corazones.
Eliminar¡Cómo ha pasado de solemne el Señor de la Sentencia por la calle Feria, seguido por la Centuria Macarena!
ResponderEliminarLa Macarena se hizo esperar un poco, pero bien que valió la pena. Hacía frío, humedad y cierta destemplanza; amenazaban la nubes en sus desplazamientos desde Huelva, pero la Señora venía con su parsimonia radiante, enseñoreándose, luciéndose, contoneándose... espléndida con su manto verde de red, bella como ninguna. Cinco puñales de esmeralda en su pecho y millares de peticiones en la multitud que la esperaba. Ya estaba cerca de su templo, pero la Señora fue dando complacencia a sus fieles como saludando y despidiendo a cada uno de los que sobrepasaba; el más bello de los exornos, su cara y su "fiat".
Cuanto me alegro que hayais podido disfrutar de la procesión de la madrugá, lo he visto por televisión. Y aunque no soy muy amiga de procesiones y semanasanteras, si que me gustaría vivirla aunque fuera una sola vez rodeada de gente fervorosa y sentir vuestro sentir, a lo mejor se produce el milagro y mi alma se "recompone".
ResponderEliminarUn beso para todos