Hay una ignorancia de andar por casa
que, aunque iletrada,
bien que se maneja en lo sustancial
del día a día;
así como en el saber rancio y popular
que la memoria va dejando como rastro
por calles, caminos, callejas y plazuelas,
colgadas de las pértigas del refranero.
También hay una ignorancia doctoral,
esa que apoyada en el conocimiento,
en lo erudito y en las ciencias,
nunca revisa mirando hacia atrás
y se siente acreedora por siempre
de sus inamovibles postulados.
Lo permutable, en esta vida loca,
no se sustentada por nosotros,
sino que está fuera de nuestro alcance y control
y también lejos de nuestra voluntad,
es una ignorancia tan mayúscula o más
que la del labriego, el gañan o el pastor
que se apoya día tras día en la costumbre,
cuando apenas sabe nada de lo importante.
Importante y fundamental es solo aquel
que sabe adaptarse a los signos de los tiempos.

awesome your article worldreview1989
ResponderEliminarThank you so much.
EliminarLa adaptación exige gran capacidad, todo cambia muy aceleradamente.
ResponderEliminarAbrazos.
Tienes toda la razón, querida Sara.
EliminarUn abrazo.