A un día insulso
le sigue otro día igualmente desabrido.
No. No se trata de algo fortuito,
sino de la secuencia habitual
del calendario.
Así día a día,
semana a semana,
mes a mes y año a año.
Lo que nos espera,
con alguna leve mutación,
son variaciones sobre el mismo tema.
El hombre es el único animal
que tropieza una y otra vez
en la misma piedra;
por tanto, si no es estúpido,
vive desencantado a puerta cerrada.
Así de torpes somos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, Emilio, pero presumimos de todo lo contrario.
EliminarUn abrazo.
No aprendemos, queremos que las cosas sean como nosotros pretendemos que sean.
ResponderEliminarAbrazos.
Pero cada vez que tropecemos lo mejor es rectificar y seguir adelante con nuevos propósitos y la lección aprendida. Saludos
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