Aunque nunca recuerdas mis
respuestas,
me sé todas tus preguntas,
esa sarta interminable y
reiterativa
como collar de varias
vueltas,
que se enrosca una y otra
vez
con la exclusividad de ser
siempre la misma:
¿Qué
me pongo?
Insistes como un grifo mal
cerrado,
como zapatilla que canturrea
en el piso
su falta de fijación y su
cantilena
o gozne que reclama
lubricante.
¿Qué
me pongo?
Con el empeño de hacerme tu
estilista,
ignoras mis reiteradas
respuestas
de ayer y toda la conjunción
de pretéritos
que desfilaron
secuencialmente
por mis labios a modo de
muletilla.
¿Qué
me pongo?
Lo que tú quieras, mi amor;
lo que tú quieras…
Cuanta más ropa hay en el armario, más dudas.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Ante la duda, cualquier cosa.
ResponderEliminarNunca pregunto.
ResponderEliminarEn una pareja, la respuesta mas frecuente es...mis brazos.!!!
ResponderEliminarBonito, y divertido...
UN ABRAZO.
Es la pregunta de todas las mujeres. Yo la pienso... tengo muchas cosas y a la vez no tengo nada.
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo ya pensado, de antemano, lo que ponerme. lo ýunico que a veces pregunto es si hace mucho frío en la calle para salir más o menos abrigada.
ResponderEliminarBesos
Me has hecho sonreir porque yo también soy de las que pregunto que me pongo.Saludos
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