Aturdimiento, sopor, somnolencia,
cansancio profundo
es lo que arrastro en el
plomo-buzo
de mis pies,
donde se encadena esta
triste ebriedad
de profundo silencio e ideas
abortada.
La cama me vocea, pero el
descanso
no acaba con este desconcierto
que me desgobierna.
Entorno los ojos y veo igual
de oscuro,
el mismo mar sin límites y
turbio
que oscina de un extremo a
otro
sin llegar a romper en
tempestad.
Este anuncio de caos
encuentra cierta paz
entornando los ojos,
donde se aboceta la nada;
esa magna fría e informe
abulia
que me desencuaderna
mientras busca el abrigo
de una dársena que me está
siendo esquiva.
Nada, nada. Olvídate de la vida sedentaria y "camantaria", que mira lo que le pasó al que soñó que su cama era un navío en medio del mar tempestuoso. Tú sigue caminando, que es saludable y se hace camino al andar.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Gracias, Cayetano, por tus buenos consejos.
EliminarUn abrazo.
Espero de corazón que este aturdimiento sea momentáneo y haya durado un instante, mientras escribes juntando palabras como solo tú sabes hacerlo.
ResponderEliminarEn la cama se va a dormir y no a discurrir. 🙂 Cuídate
Hola Francisco. Hay que dar la espalda a la abulia y moverse. Si al cuerpo no le damos tareas se hace más vago. A caminar ahora que el frío se ha escondido un poco. Me gusta como escribes los poemas, tienes un lenguaje muy exquisito.
ResponderEliminarAbrazossssssss
Hay que caminar aunque no se tengan ganas, ni se tenga cuerpo.
ResponderEliminarBesos
Creo que el invierno tiene algo que ver. En cierta manera te aletarga, ciuando los días son muy fríos.
ResponderEliminarAhora el frío ya no es motivo para que no salgas a la calle, la temperatura ya en Sevilla va en aumento y parece que en vez de invierno es primavera.
Besos
Triste situación la que describes en tus versos...pero no eres el único.Saludos
ResponderEliminarCualquier tema es expresado con maestría. Sumergirse en el caos es bueno también porque luego se renace de él y aunque lentamente, uno nace algo cambiado pues la dársena también cambia... Todo depende. Muy profunda tu poesía. Beso
ResponderEliminarTodos de alguna manera sentimos ese aturdimiento, ese agotamiento que parece eterno. Hay que poner voluntad.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay días en que nos sentimos así amigo Francisco, pero hay que seguir caminado. Un lujo leerte. Saludos.
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