A mis hermanos Isabel y Juan
No miréis el calendario,
cuando lleguéis haremos
fiesta
y se teñirá de rojo el
almanaque,
y se acelerarán nuestros corazones,
y volveremos a ser
objetivo paciente de su
mirada;
y se encenderá una estrella
en la lejana cúpula del
universo,
y sabremos que ella es y
sigue siendo
la Pastora de sus amadas
criaturas.
Hay vidas que son ansias de
encuentro,
como esquirlas de una misma
roca
que les conmueve su
ancestral pertenencia,
sed endémica de recomponer
la diáspora,
del gozo de compartir ese
amor
en el que fuimos
acrisolados.
No miréis el calendario,
cuando lleguéis haremos
fiesta
y danzaremos, y cantaremos,
y será grande la euforia
como regreso de hijo
pródigo.
A nuestra edad, a estas
alturas de la vida,
las verdaderas fiestas son
de júbilo,
de incontenible regocijo por
el encuentro.
Hola Francisco, qué bonito y verdadero lo que nos traes hoy. Yo tampoco miraré el calendario cuando me encuentre con los mios, magnifica y mágica sugerencia.
ResponderEliminarUna gozada leerte, muchas gracias...
Un abrazo.
Llevas toda la razón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya no hay que mirar nada que nos concierna: calendario, libro de escolaridad, fotos antiguas... Ni siquiera hay que mirarse al espejo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Qué fotografía más hermosa de los tres hermanos juntos. Hay que pensar en el presente. Del futuro no sabemos nada, así que para qué pensar y preocuparse....
ResponderEliminarUn saludo
Incontenible regocijo por el encuentro. Siempre quedan las huellas de la vida compartida y los recuerdos. La foto de marco😘
ResponderEliminarUn poema encantador. Excelente filosofía de vida expresada en tus versos. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMe ha encantado , ya te lo he dicho en FB .
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre y por siempre, Francisco, esos reencuentros nos llenarán de júbilo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Regocijarse en los encuentros del tipo que sean es lo maravilloso que nos depara la vida a estas alturas. A disfrutar! Abrazo
ResponderEliminarUn trio muy simpático y agradable. Tu hermano se parece más a tí que tu hermana.Saludos
ResponderEliminarUn homenaje a la vida cuando se es consciente de su grandeza y cortedad, Francisco. Preciosa la foto que habla por si sola. Mi felicitación para los tres por ese encuentro, que siempre es un milagro de vida.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Un grupo coon mucha simpatía, Los tres se ven muy alegres.
ResponderEliminarLos años han dejado una huella muy natural, pero todos se ven con muy buen aspecto y con esa madurez que dan los años.
Pocas personas, a esos años, se ven con tan buen aspecto.
Se ve que los tres han estado siempre unidos, aunque seguramente cada uno viva en una localidad.
Besos
¡Qué bonito es reunirnos con nuestros seres queridos!
ResponderEliminarNo necesitamos mirar el calendario ¿para qué?
La foto es muy bonita y simpática, tres sonrisas iguales.
Un abrazo
Un trío guapo y sobretodo esas sonrisas que iluminan la pantalla.
ResponderEliminarHermoso reencuentro Francisco y la felicidad llega atravesando la pantalla.Me encantò el poema, uno mas de tantos. Gracias Francisco!!
ResponderEliminarLos hermanos son un verdadero regalo. Mi hermano es mi regalo más preciado. Cómo me ha gustado esta entrada! Y sois tan parecidos. Un brindis por el amor fraternal.
ResponderEliminarMuxuak, amigo!
;)
Ah, cuánto anor fraternal hay en tus palabras. Hombre afortunado.
ResponderEliminarQue tu júbilo sea pleno.
Salud, Francisco.