27 mayo 2016

ENVUÉLVEME UN GUIÑO



Envuélveme un guiño
en papel satinado de azogue
─alondra entristecida─
que sobrevuele las magnitudes
desde la adversidad
por las arboladuras de los navíos
que surcan los mares
que se nos interponen,
hasta el tiempo desértico
de esta sed perdurable
de dotación abnegada,
donde el silencio es una brecha
de arena calcinada y amarillenta.
Súbete a la alfombra de Aladino
y endulza este té verde
que quiero compartir contigo
como excusa para el avocamiento.
Hasta esta orilla solitaria,
el gorjeo de tu voz hecho poema
es plegaria en mis labios.
Envuélveme uno de tus guiños
en celofán almohadillado,
en tanto vuelas de nuevo,
y sorpréndeme
con lo que hoy me es esquivo. 

10 comentarios:

  1. Mientras la alondra te envía lo que pides... yo te mando un abrazo lleno de cariño. Gracias siempre querido Francisco..

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    1. Sabia que no te había perdido, pero has de saber que tu comentario es todo un rico envío.

      Besos.

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  2. de esta sed perdurable
    de dotación abnegada,
    donde el silencio es una brecha
    de arena calcinada y amarillenta....

    Ufff

    Un alvarazo, maestro

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    1. Muchísimas gracias, Álvaro. Es un regalo que alguien reproduzca las palabras propias.

      Un abrazo.

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  3. Porque muchas veces necesitamos volar o que alguien vuele por nosotros.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Achicar espacios, que dicen los del fútbol. No es imprescindible tener constantemente a los amigos junto a uno, pero en ocasiones se les echa mucho de menos, Cayetano.

      Un abrazo.

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  4. Transmitir un mensaje a los amigos se puede hacer de mil formas diferentes, desde enviar una paloma mensajera hasta las nuevas técnicas de la tecnología pero si la persona amiga no está alejada de la ciudad en que resido prefiero comunicarme frente a frente mirando directamente hacia los ojos y escuchando sus sabios consejos.

    Besos

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  5. En este caso está al otro lado del Atlántico, pero la persona en la que pensaba al escribir se ha sentido aludida.

    Besos.

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  6. Lindo compartir contigo un té verde, con un toque sutil de anís estrella, para ser testigos de los gorjeos de tu maravilloso poema.
    Un beso.

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    1. Muchas gracias, Sara. No es suficiente darte gracias por el repaso que haces por cada uno de mis poemas y la atención que les dedica.

      Besos.

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