27 julio 2014

BARCO HUNDIDO



Se pudrieron las maderas,
se oxidaron los hierros,
se hizo opaco el brillo de los bronces,
se ahogaron las ratas
y acabaron sirviendo de alimento
a peces acostumbrados a otra dieta.

Lo que fue una vía de agua
acabó con la vida
de todo ser viviente
en un medio hostil
que ahora son cuadernas en reposo,
una estructura desestructurada
con adiposidades coralinas
que los estudiosos miden
para calcular el paso del tiempo;
tiempo que en los fondos marinos
sólo miden lo inconmensurable
de vidas que dan vida
y refugio a otras vidas.

15 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si abrimos un poco los ojos, la vida es un continuo, una sucesión una cadena donde la muerte va sembrando de nuevo la vida: muere el grano de trigo y da una espiga, el pez grande se come al pez chico, los padres dan sus vidas por sus hijos... y así, eslabón a eslabón, una generación sucede a otra. Siempre triunfa la VIDA.
      Besos.

      Eliminar
  2. Un barco hundido que queda perdido en la profundidad de los mares, un barco en reposo.

    Un beso, amigo Francisco y feliz domingo ya.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El proceso de la vida. Es inevitable.Creo como María, que ese barco, hoy reposa.
      Feliz domingo ! Aapachos.

      Eliminar
    2. Gracias, María, por tu sereno comentario. Yo soy más travieso comentando tus escritos, pero en eso has aprendido a reír conmigo y a apreciarme.
      Besos.

      Eliminar
    3. La naturaleza todo lo recicla, María del Carmen, hay elementos como las maderas que tardan más en desaparecer, pero en tanto, sirven de cobijo a otras vidas. Nada desaparece para siempre, sino que se transforma; también nosotros seremos transformados en los ángeles puros que ahora no somos, al menos yo.
      Apapachos.

      Eliminar
  3. Y de la muerte regresa la vida.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Sara, una continua regeneración.
      Besos.

      Eliminar
    2. Siempre, siempre es así. Quienes hemos tenido la suerte de nacer en una familia rural, en un medio agrícola, tenemos más fácil entender todas estas cosas.
      Gracias, Sara. Un beso.

      Eliminar
  4. La Madre Naturaleza no deja de manar VIDA, unas por otras, pero vida.
    Preciosa poesía, enhorabuena,

    Amistosamente.

    Mari Carmen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te recibo con un cálido abrazo, Mari Carmen, gracias por venir a esta humilde estancia.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Un poema, que nos hace pensar...en esa evolución constante y necesaria...Todos morimos cada día y volvemos a nacer con el alba...Mi felicitación y mi abrazo, Francisco.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una evolución constante que afecta a todos los organismos, no sólo a los comestibles. Nosotros mismos, como bien apuntas, nacemos y morimos cada día, aunque parezca algo transitorio. ¿Cuánto hay en mí de aquel joven de 20 años?
      Besos.

      Eliminar
  6. De nuestro cupero no queda la estructura cuando nos hundimos e internamos en la inmensidad de lo absoluto. como ocurre en los barcos. ¡Cuántos seres humanos se abrá tragado el mar! Tantos como las gotas de agua que conforman el océano.
    Un saludo refrescante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El mar no deja de tomarse su cuota diariamente en sus diferentes mares y océanos, algunos por mor del trabajo, otros por imprudencias de bañistas confiados. Finalmente, todo acaba por desaparecer; en el caso del hombre, lo último son los huesos. Hablan los ecologistas de los muchos años que tarden en hacerlo los plásticos, pero también desaparecen, como lo harán las maderas de esos barcos hundidos y se transformarán en no sé qué. La materia, como la energía, ni se crea ni se destruye, se transforma. Gracias, Carmen.
      Un beso.

      Eliminar