08 febrero 2011

CANCIÓN AFÓNICA


Entono acordes de añoranzas
y milito horas pretéritas,
momentos imperecederos como el dolor o el éxtasis,
-fugaces como un pestañeo-
que traigo una y otra vez a la memoria
de mis horas vacías.

Entraste en mi vida, tras largo
asedio de sedienta sedición,
y capitaneas el pentagrama
de mis risas, de mi euforia, de mis cantos,
de mis horas lánguidas,
con los leves guiños
de la savia nueva que sabe ascender
hasta anegar mi duelo.

Tarareo tu escaso vocabulario
y la música se adueña
del sopor de mis luces opacas,
como si sólo con evocarte
se iluminara el proscenio
y amaneciera la pausa silente
que antecede a la primera nota.

Ensayo tu música, te intuyo,
y es una fiesta el desenfreno de mi pulso
degustando el clamor del estreno;
aunque mi canción, hasta tu presencia,
es escuálido y ahogado suspiro de añoranza.

7 comentarios:

  1. Plas plas plas plas plas...
    Soberbio poema Francisco, me ha encantado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. La música, la compañera ideal para la añoranza. Como dice Elena, ¡soberbio!. Un placer leerte.
    Un beso, un fuerte y calido abrazo y mi admiración por tus letras.

    ResponderEliminar
  3. Estás en tu línea. Como siempre estupendo, Paco.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Aunque me repita , estupendo poema. Me encanta leerte . Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. ya no sé si prefiero tus prosas o tus poemas

    hermoso, te beso

    ResponderEliminar
  6. Lo importante es seguir cantando, con afonía o sin ella.
    Besos.

    ResponderEliminar