23 septiembre 2017

UN PARAÍSO NO PROFANADO





Por donde las adelfas blancas
ribetean el arroyo entre los espinos
de las zarzamoras,
y evitando un remojón de otoño
que hubiera desentonado con la tarde
ilusionada en una luz que no correspondía,
rebuscando entre los grises secretos de la melancolía,
un vadear cantarín como paraíso sin dueño
fue la resultante de la más grande aventura
que todavía no ha sido descrita ni en los ensueños
de los cortesanos y palaciegos.

Tras el recodo, los álamos de verdes tiernos
y enveses blancos, como la cantarina espuma del agua,
temblando de bucólica armonía;
hacían contrapeso y simetría a la negrura
que abrochaba la tarde; los pinos,
borrachos de aroma y de resina untuosa,
se jactaban de la esbeltez rolliza de sus figuras
ante la lánguida mirada violeta de la flor imperial
y modestia de servidora. Tras el laurel,
un insospechado fauno haciendo imposibles cabriolas
que más tenían de figuraciones
que de circenses ejercicios del más difícil todavía
y una sonrisa templada como las notas de una lira
persiguiendo las acrobacias de una intrépida libélula
en ágil y zigzagueante vuelo interminable.

Por donde las adelfas blancas,
una panorámica otoñal que imprime a la tarde
ribetes plásticos cercanos a un paraíso no profanado.

6 comentarios:

  1. Es sólo un cuadro, maravilloso pero un cuadro. Nuestro paraíso??? está más que profanado.

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    1. El paraíso soñado no lo está, pero nosotros no solemos respetar nada y así nos encontramos.

      Besos.

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  2. Una interesante lectura del Jardín de las Delicias.
    No obstante, nos alejaremos de la tabla de la derecha, por si las moscas.
    Un abrazo, Paco.

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  3. Me quedo con tu cuadro, esa resultante de la mayor aventura no descrita ni 'ensoñada', su bosque, sus aguas y su canto, sus aromas, su amorosa flor, su buen fauno.. su paraíso no profanado, exento de acechos y malos presagios..
    ¡Pobre Bosco!, me lo imagino ante el lienzo, mirando a su alrededor, pensando 'pa' sus adentros:¡pos vaya _____ de paraíso que tengo que pintar yo!

    Un abrasito

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    1. Ja, ja, ja, ja... Ni sé si arrepentirme de haber involucrado al Bosco en este paraíso mío, Merche.

      Un fuerte abrazo.

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