08 septiembre 2017

AMANECER MARÍTIMO





He salido hacia la playa
cuando la luz del día
era sólo promesa instalada en la costumbre;
la luna en menguante
y el silencio atronador en el frío asfalto.
Ningún rugido de motor. La luz
de las farolas, fanal proyectado en el suelo vacío.
Tras la duna, una inmensidad
centelleante que se mueve a ritmo
y la música salada en los oídos como constante,
certificando el encuentro.
Soledad. Los primeros rayos de luz
y soledad total en el momento más fresco del día.
En la arena mojada, pisadas de ayer
o de más madrugadores, rastros inciertos
de otras emociones pretéritas.
Calibro visualmente y le adjudico el ayer
que me coloca en primicia;
de inmediato, un nuevo ciclo de olas
y de inmediato quedan borradas las huellas.
Entonces admito que otros
se anticiparon a disfrutar el espectáculo.
En algo tan cotidiano, no es fácil la exclusiva
ni llevar la delantera a nadie.

10 comentarios:

  1. Siempre diferente el amanecer. Imagina un lugar donde puedas disfrutar de la salida del sol y por la tarde de la puesta también en el mar, otro momento mágico... Ese lugar -o lugares- existen y no muy lejos.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Lo mágico, Cayetano, es que en cada punto hay un amanecer diferente y cada día un nuevo espectáculo. En este caso, el protagonista creía que era el primero en llegar a contemplar el amanecer en la playa y siempre hay quien nos toma la delantera.

      Un abrazo.

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  2. El que otras personas llegaran antes para disfrutar del espectáculo no quita que tu hayas disfrutado de el, y nos lo plasmaras a través de tu poesía. Gracias,besos

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    1. Muchas gracias, Katiuska, eso mismo pienso. El paseo ha sido imaginativo y en consecuencia el resto también; pero es verdad que lo hemos disfrutado.

      Besos.

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  3. Sí, quizás vuelva mi protagonista a esos agridulces paseos, al encuentro con la mar, el cielo y rezo mañaneros.

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    1. Este protagonista vuelve una y otra vez a la mar sin poder evitarlo, ya esté a la orilla o aunque se encuentre tierra adentro.

      Besos.

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  4. Cuando ya el mar he dejado a lo lejos, hoy me traes de nuevo esas sensaciones que he sentido en su presencia.

    Besos

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    1. Muchas gracias y feliz regreso. Espero y deseo que lo hayas pasado muy bien y gracias de nuevo por ser asidua de este Bloc.

      Besos.

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  5. ¡Ah!, ¿eras tú el que estabas por allí?

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    1. Entonces, ¿eran tuyas las huellas que me precedían, Tracy?

      Besos.

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