“De tu mano
Sólo persiste el hueco.”
EMMA FONDEVILA
Para
diez años ya
y
llevo modelado el hueco de tu mano
por
entre estos nudillos
que
ya comienzan a ser sarmentosos.
Más
que tu voz,
con
su regusto a limón y a canela,
con
su intención última
de
protegerme del sol, de la brisa, de la lluvia…
Más
que tus dulces y sensatos consejos;
más
delicada que tu mirada de miel,
esa
que no ha dejado de pastorearme
cada
uno de los días de mi vida;
más
cálido que tu propio regazo, madre,
mi
mano apresada entre las tuyas,
es
el hueco que persiste
y
que en ausencia atesoro.
Bonito y sentido homenaje.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Muchas gracias, Cayetano. De alguna forma, uno no se deshace nunca el nudo umbilical de la madre.
EliminarUn abrazo.
Que hermoso poema Francisco.
ResponderEliminarA las madres nunca les podremos devolver todo lo que nos quisieron y nos cuidaron...nunca. un abrazo grande
Muchísimas gracias, Puri, por venir y comentar.
EliminarBesos.
Es un bellísimo homenaje el que haces a tu madre.
ResponderEliminarUn cálido abrazo Francisco
Muchísimas gracias, Sneyder. Estoy pasando días que son físicamente malos, así que recojo tus palabras como recompensa.
EliminarUn abrazo.
¡¡¡Guauuuuuuuuu!!!
ResponderEliminarGracias, muchas gracias, Tracy.
EliminarBesos.
Versos que evocan emoción, escrito siempre con la pluma de tu alma. Eres un poeta... si muy poeta.
ResponderEliminarAbrazos
Muchísimas gracias, Ángeles. Qué bien suena en tus labios esas palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.
La madre siempre permanece en toda la esencia del hijo amado.
ResponderEliminarUn abrazo de anís.