16 septiembre 2018

NADA DISPARATADO





Anoche estaba la luna retocándose
el cabello y la línea de los ojos;
lo hacía semi oculta tras encajes nubosos.

Me acordé de Anna, quien también
oculta su coquetería todo lo que puede
y se queda esperando un requiebro
que simula fortuito y no buscado.

Así como el sol dista de la luna,
el hombre y la mujer son soles de la tierra,
astros de un mismo universo:
iguales en derechos y diversos en su ser;
distancias que se buscan y no se anulan,
sino que se complementan y aúnan.

Anoche creí que la luna me guiñaba
y puede que no sea nada disparatado.

6 comentarios:

  1. Qué sería de los poetas sin la luna.
    Abrazos, Paco.

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    1. La luna, a pesar de haber sido mancillada por Neil Armstrong, sigue ofreciéndose como misterio para el común de los mortales; por tanto, no deja de ser un recurso más al alcance de los poetas como la rima, el metro o el ritmo. Mil gracias, Cayetano.

      Un abrazo.

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  2. Con esa foto mágica e inspiradora, no me extraña nada tu poema, Francisco...La luna tiene una razón de ser, además de lámpara nos impulsa, nos mueve y nos conmueve...Tiene esa parte mágica y misteriosa.
    Mi abrazo y feliz domingo.

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    1. Muchísimas gracias, María Jesús, siempre con palabras inspiradas para mí.

      Un fuerte abrazo.

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