10 septiembre 2018

CALEIDOSCOPIO





Joyas menores, enclaustradas
entre un juego de inclinados espejos;
trozos seleccionados por el color:
rojo, verde, amarillo, azul…

Grandiosos por sus evoluciones y destellos
y humildes en su ser primigenio:
meros trocitos de vidrio irregulares,
ni siquiera emparentados con el cristal
sino que en la apariencia.

Humildes,
recolectados del vertedero o del azar,
donde no hay alhajas
pero sí afortunados hallazgos que halagan.

Así mismo el fulgor de tu mirar
en mi mirada, en la contemplación
y el embeleso al que me suspendo
como un púber a un caleidoscopio.

4 comentarios:

  1. Y mira que eran bonitos y mágicos los condenados, como algunas miradas...
    Un abrazo, Paco.

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  2. Bello poema, al igual que ese artilugio de colorines y figuras.
    Un abrazo

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  3. Un simple artilugio, sencillamente mágico y misterioso, que nos subyuga e hipnotiza...Buena comparación con esa mirada química, que nos atrae y se graba en el alma.
    Mi felicitación y mi abrazo, Francisco.

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