23 julio 2015

GOLONDRINAS



El reloj, puntual de oficio,
golpea rotundas las horas
y las confusas medias.
En el momento exacto, arranca
el volteo de campanas
llamando a Oficios
y un revuelo de faldas
se agitan por entrar al templo.
En el tendido eléctrico,
las golondrinas duermen
la música de un pentagrama
insondable. Es el atardecer
y han ido tomando posiciones
negras sobre vanos claros.
Silencio. Están enmudecidas
de cansancio, por el largo navegar
desde el sur ardiente,
donde la aridez sepulta
toda vida y la soterra
hasta mejor ocasión.
Sobre la renglonadura alámbrica,
son elementos decorativos,
melodías silentes escritas al azar,
con supuesta armonía
según el arbitrario orden de llegada.

8 comentarios:

  1. Preciosa melodía la tuya.
    Un abrazo poeta.

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    1. Muchas gracias, Carmen. Ojalá pongas una bella melodía en tu nuevo hogar y bailes un vals como inauguración del mismo.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Una belleza Francisco. Puedo ver y escuchar a las golondrinas. Dan mucha ternura allí sobre los cables del tendido eléctrico. . Una preciosura.
    Apapachos.

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    1. Tu imaginación es fecunda, María del Carmen, y basta darte el pie para que puedas ensartar todo un monólogo interior como dama de la escena. Una preciosura eres tú.
      Apapachos.

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  3. El reloj, las campanas y las golondrinas están ahí para dar sentido a la vida, unos mueven el tiempo, otras la devoción y las últimas mueven la profundidad y la belleza del arte, que se cuelga en cada paisaje al amanecer...Ahí con las golondrinas está el Creador, en silencio, esperando que elevemos el alma hasta el alambre y entonemos un canto de amor...
    Mi gratitud y mi abrazo de luz, Francisco.
    M.Jesús

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    1. ¡Qué bien has diseccionado los tiempos, los espacios y sus funciones! Para mí es un gran placer cada uno de tus comentarios y todos ellos vienen a engrandecer mis poemas. Aferrémonos a esa mano invisible que que hace crecer los árboles, cada uno de su especie, a los pájaros en sus especificidades, a los animales todos y a nosotros mismos.
      Besos.

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  4. Ellas tiene la partitura donde colocarse y su canción queda para ser interpretada.
    Abrazos.

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    1. Así es, Tracy, por eso cada año vuelven al mismo lugar y cada noche al mismo alambre.
      Besos.

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