03 noviembre 2012

DE PUNTILLAS



Hoy el sol parece caminar de puntillas
para no sobresaltar el incipiente vuelo
de este noviembre recién nacido
y se esconde entre los flecos
de grandes cordilleras grises
que se desplazan sigilosas por los cielos
como cisternas de un retén de bomberos
que acuden a apagar el fuego de mi alma enamorada.
Me han robado la luz que ansiaba
y el rescoldo cálido con el que alumbrar
la voz de arena que me dejaron tus palabras
cuando me diste la espalda,
sin saber si volveré a ver de nuevo
el destello tibio de tus ojos
cuando me acarician,
o el fogonazo de ira cuando me fulminas.
Negro; muy negro.
Hoy el cielo está negro, como la desesperanza
de fundirme de nuevo en tus brazos:
dársena de mi deriva,
cobertor de mis temblores,
trinchera de este fuego cruzado
en el que sin compasión me acribillas.

28 comentarios:

  1. Inspirador este noviembre de nubarrones grises,plomizos.
    Siempre es el otoño el que termina por contagiarnos la tristeza del amor perdido.

    Un placer Francisco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Casi siempre, el clima es la tramoya de nuestra propia vida. Gracias, Jerónimo-

      Eliminar
  2. Grises de un otoño de noviembre que trae melancolía en andar.
    Trae nostalgias, e inspiración también porque es un eje motivador, sin duda.
    Un besito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así como el verano invita a lo extrovertido, el otoño nos da la mano hacia la introspección, a la melancolía.
      Besos

      Eliminar
  3. Hola Francisco, amo estos meses grises y llenos de melancolía. Que belleza en tus versos amigo. Cuidate mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Poetiza. Sólo quien sabe expresar lo bello, sabe también apreciarlo.
      Besos

      Eliminar
  4. Tristeza y melancolía es lo que describe este espléndido poema; es lo que tenemos en este tiempo, y si a ello añadimos la lluvia y el mal tiempo... Que todo sea placentero, Francisco. Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Precioso poema, muy acorde con la estación otoñal, que tiene sus encantos si se sabe mirar.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En la mirada, José, está la belleza o fealdad de las cosas. Gracias por tu mirada.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Qué maravilla Francisco. Negras, densas, amenazadoras..., y muy orgullosas de que les dediques tan bellos versos.

    Un abrazo cálido y recogido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué amable eres, Elena. Con que te gusten mis versos me siento generosamente pagado.
      Besos

      Eliminar
  7. Cuando el cielo está oscuro y amenaza tormenta, nada mejor que unos buenos brazos y una piel cálida donde refugiarse.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este caso no es que hayan dejado de ser acogedores los brazos de la amada, sino que es el desamor el que impide el encuentro. Gracias, Cayetano.

      Eliminar
  8. Los desencuentros, el juego del amor. La esencia de la vida y lo más cantado por poetas. El AMOR cuanto lo deseamos y que poco lo cuidamos a veces.
    Bss y buen finde

    ResponderEliminar
  9. Bello poema bajo el intenso gris del nubarrón. Quizá el rayo de luz se haga esperar, pero siempre asoma brillante y cegador.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, María. No hay un poema bella sin la sensibilidad de un gran lector.
      Besos

      Eliminar
  10. Negro lo ves todo hoy, amigo Paco. Ya verás que pronto escampa y todo vuelve a su lugar. Hasta el amor. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando uno hace impostura de poeta, lo mismo ve y siente un cielo luminoso que cerradamente oscuro y sin salida.
      Un abrazo

      Eliminar
  11. Bellos versos nos obsequias querido y admirado amigo. Mil gracias por deleitar nuestros sentidos con ellos y feliz fin de semana te desea esta amiga con inmenso cariño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ozna. Son muy reconfortantes tus palabras.
      Besinos

      Eliminar
  12. El otoño, que por estas islas mías ha traído vendaval, lluvia y, sobre todo, calor. Mucho calor. ¡Qué pena que yo no tenga tus dotes de poeta! Si así fuera haría un soneto al calor, que me ayudara a soportarlo. Aunque bien pensado, amigo Francisco, quizás puedas hacerlo en mi nombre. Quedaría, seguro, estupendo.
    Desde Gran Canaria, un saludo a todos, Ángel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llevamos en Sevilla unos días bochornosos; calor húmedo, muy húmedo, lluvia, pero un calor insoportable que nada tiene que ver con la escasa luz de los días. No prometo nada, pero no me quedará más remedio que dedicarte un poema en pago de tu amabilidad.

      Eliminar
  13. Volverá a salir el sol y verás de nuevo el destello de sus ojos, acariciándote.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta tu pronóstico, Chela, y me anima a esperar ese cambio tan necesario.
      Besos

      Eliminar
  14. Hola Paco, bello el poema. La foto muy buena. Las nubes, mejor dicho, los nubarrones se adueñaron del cielo, y escondieron su suave azul. Acambio lo vistieron de grises furiosos. Así es la naturaleza, nos ofreces bellos días pero también días muyyyyyyyy grises.
    Saludos y besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y a los días grises, Isa, se suman los días negativos o positivos nuestros, los eufóricos y los otros, esos cuando vemos las cosas mejor o peor de lo que verdaderamente son.
      Besos

      Eliminar