03 marzo 2025

NOTORIEDAD

 




No me esmero en mi prestigio personal,

la mercancía que manipulo

es de relativo valor,

salvo para mi intimidad del día a día.

Es cierto que ensarto palabras

como con el espadín de mi nombre,

pero también lo es

que no se trata de un trampolín

desde el que saltar al estrellato

sino al ejercicio diario planificado

para que no se desenganchen

mente y cuerpo de este vagón de tercera

que acabaría cediendo el paso

a correos y mercancías.

Siempre fui más del día que de la noche,

me motiva el alba y me opacan las tinieblas.

Mi porvenir está en desaparecer

al otro lado de la visual con equipaje de mano,

por la contra curva de una agitación mal resuelta

que llevará directamente al olvido,

ese rasero del que solo los elegidos escapan

y donde todos nos igualamos más o menos.

Dada la levedad de mi ser,

será un verbo transitivo, una cometa de luz

que me llevará en brazos de la nada,

como hojarasca seca movida por el viento.

3 comentarios:

  1. Mientras hagamos cosas, estamos vivos, sigamos con ellas.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Tienes razón, Emilio. El problema es quedarnos quietos, paralizarnos.
      Un abrazo.

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  2. Es lo mejor que podemos hacer para llevar una vida más saludable, hay que estar siempre activo y no dejarse llevar por la pereza. Hermoso tu poema, se nota que tu mente siempre está activa. Saludos

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