
Fotografía de Antonio Jesús Rueda Pérez
Si no escuchas la música del mar,
si miras al cielo y solo ves una panorámica
que difiere bien poco de la del día anterior,
que cielo y mar es un enmudecimiento sordo,
si para ti ningún significante transmite
el nuevo mensaje de cada instante,
aquello que trata de comunicarte
cada una de las cosas que te rodean;
si pasas por el parque o por cualquier camino
y no aprecias que amanecieron
nuevos y esperanzadores brotes verdes,
si te da igual que el río baje turbio
y sus aguas interpreten una melodía violenta
y lleva en el tumulto los enseres de una infravivienda,
si acaso no te llama la atención
que el mar escupa elementos extraños a su ser
y nadie ponga medidas para mirar con amor
la virginal y delicada naturaleza marina;
si los rayos de luz que hablan entre las nubes
no te conmueven, ¿qué se puede esperar de ti
cuando ves a un sin techo tratando de dormir
en el inhóspito y duro umbral de la nada?
difícil dilema en la era de la conexión, tan desconectado estamos de la realidad, pero también duele a quien quiera ayudar y no se deja, que prefieren aquella libertad, y no las obligaciones, olvidan de los deberes y solo quieren derechos...
ResponderEliminardifícil dilema nos impones, que uno tanto se sacrifica y algunos sin calle exime de toda responsabilidad y se la exige al estado...
me queda dando vuelta tu poema, que en entre rima refleja una realidad, pero solo pido una cosa, que la prensa no diga "le fallamos como sociedad", acá cada uno es responsable de sus actos, si yo me equivoco en una decisión no estaré culpando al vecino...
saludos!
Demasiado extenso el asunto para despacharlo con una letras. Dicen los técnicos en salud que esas personas llegan en su mayoría a la calle por un problema de salud mental, y si no es así terminan con ese problema. No se puede despachar el asunto tan fácilmente ni dejar de sentir misericordia por las personas que acaban en la calle.
EliminarSaludos amistosos.
🤍🌹
ResponderEliminarGracias por esa flor, Merche.
EliminarSi, la sensibilidad es necesaria para vivir y dar lo mejor de uno mismo...La indiferencia y frialdad se ha instalado en el ser humano por la falta de valores, Francisco. Lo has explicado muy bien, amigo poeta.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Hace 25 años que colaboro en Cáritas y me he acostumbrado a ver lo que a muchos no nos interesa ver, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
La insensibilidad se ha instalado de tal manera que ha obligado a las personas a caminar "ciegas" "sordas" y "mudas" porque resulta más cómodo no sentir ...eso me produce mucha tristeza. Saludos
ResponderEliminarEsa es precisamente la clave, Charo: lo que no veo, lo que ignoro, no me molesta ni siento la necesidad de aportar mi granito de arena.
EliminarUn abrazo.
Hay que percibir más allá de lo aparente, Lo que guarda la esencia de todo lo que hay.
ResponderEliminarUn abrazo.