08 agosto 2020

TIEMPO IMPRUDENTE


 

En mi cabeza siguen pululando

los bostezos y las pesadillas,

cuando el sol se despereza

ahuyentando las sombras.

 

La ciudad duerme todavía

y un barrendero, escasamente meticuloso,

recoge con su escoba los excesos

de quienes aún voceaban de madrugada:

el suelo es un puzle de plásticos

que se arremolinan inquietos por la brisa,

latas de bebidas que no hicieron diana

en las papeleras, papeles, colillas,

y hasta alguna mascarilla

cuyo aliento se ha desvirtuado en el pavimento

como un beso que no llegó a su destino

sin dejar huella ni estremecimiento.

 

De vez en cuando, un coche a toda prisa;

en la parada de autobús, tres personas

se eternizan de espera, mientras me dispongo

a emprender la caminata con la que recibir al día.

 

Para aquellos que nos gusta ver amanecer,

no es fácil entender que el parque

amanezca como un campo de batallas

en este tiempo de encierro moderado

y contención.

14 comentarios:

  1. Me enfada bastante ver sucias las calles a causa de personas sin consideración alguna que tiran todo al suelo teniendo papeleras al lado.Saludos

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    1. No entiendo a qué leyes incívicas obedecen, pero es una realidad, Charo.
      Un abrazo.

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  2. Hola Francisco. La verdad que no debe de ser nada agradable ese sucio espectáculo.
    Muy buena denuncia con estos versos.
    Abrazos

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    1. En general, la gente hace muy mal uso de los espacios públicos así como del mobiliario. Gracias, Isa.
      Un abrazo.

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  3. Tiempo imprudente, que nos muestra la escasa escala de valores de unos y otros...Mucha paciencia y empatía necesitamos para comprender y perdonar, Francisco.
    Mi abrazo y feliz domingo, amigo.

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    1. Comprender se me hace más difícil que perdonar porque no saben lo que hacen. En cómo se cuida o maltrata lo público se mide la educación de un pueblo, María Jesús.
      Un abrazo.

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  4. Por eso será las esculturas que pululan por todas las ciudades en homenaje a ellos. Se las merecen.

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    1. Debe ser tal como dices, Tracy. Algunos justifican el trabajo del servicio de limpieza porque ellos manchan.
      Un abrazo.

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  5. De encierro moderado pero que no se le ve un final.

    Vaya trabajo se avientan ellos, es cierto. Es de reconocerles. Bien dices: limpiar los excesos de otros, que no se detienen a pensar quién va a encargarse de ello.

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    1. Muchísimas gracias, Alexander, por tu lectura y comentario.
      Un abrazo.

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  6. Hay tantos desconsiderados por el mundo que teniendo el contenedor de basura a un lado lo tiran al suelo. Lindo poema amigo. Saludos.

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    1. Linda eres tú, Sandra, en tus escritos y en tus comentarios.
      Un abrazo.

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  7. "...
    y hasta alguna mascarilla

    cuyo aliento se ha desvirtuado en el pavimento

    como un beso que no llegó a su destino

    sin dejar huella ni estremecimiento."

    Magnífica descripción en todo tu escrito del horroroso campo de juegos de una panda de chavales víctimas de nuestros decadentes tiempos.
    Yo tampoco sé cómo conjugar la tibia y límpida salida del sol con el lúgubre paisaje que nos rodea...
    Muy bueno!

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    1. Eres muy generosa conmigo, Maite, y te lo agradezco grandemente.
      Un abrazo.

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