28 febrero 2025

TE EMPLAZO

 





No llueve. Menudea

con monótona languidez,

sin llegar a ser lluvia,

sin que sea un tiempo propicio.


Se me han quedado los pasos

entumecidos,

en retaguardia del momento venturoso;

tampoco pude sacar la foto apetecida,

la imagen con la que satisfacer

tu espera.


El día se ha dormido

en pleno despertar, entre bostezos:

me dispongo a la espera

de otro momento y

te emplazo

a callejear de mi mano

asidos a la memoria.

Quizás alguien nos vea y repare en nosotros,

¿pero acaso alguien sabrá interpretar

nuestros sentimientos?

27 febrero 2025

TORMENTO

 




Por el paseo de lo soñado,

mi tormento,

el sobresalto de mi soledad en tu búsqueda.

En mi reloj el tiempo adormecido

y en mis pasos la inquietud

de los acontecimientos recelados y temidos.

Por la orilla del río

el fluir lento e incesante

que lleva al no retorno.

En la quilla de cada uno de los barcos

el cuchillo que saja y separa

entre nuestro ayer y el desconcertante para siempre.

En el silencio el eco gutural inconfundible

de tu adiós impronunciable

como temida sentencia.

Y en la sordidez de la noche

que me aturde y acongoja

tu veredicto firme como dictamen inapelable.

26 febrero 2025

INSOMNE

 




En la noche son más perceptible

los movimientos taimados.

El río es un oscuro espejo

que nos devuelve las luces de la ciudad,

aunque no nos habla de sus indecisiones.

Parece insomne, siempre alerta,

pero sin la menor estridencia

ni alarma alguna.

A veces va y otras viene,

pero nunca con alardes,

como si no quisiera hacerse notar

siendo la arteria que da vida,

que dulcifica las sombras y subraya las luces.

Parece gozar este tránsito de paz

que le lleva a dejar de ser

y asumir su punto salobre llegado el momento.

Llega aquí de las torrenteras de más arriba

y en la ciudad se remansa enseñoreándose

y disfrutando de su paseo fluvial,

a veces con una sonrisa

y otras sin el menor aspaviento,

mas siempre pudoroso.

Por muchos ignorado, por otros ponderado,

pero siempre, siempre, siempre,

columna vertebral del ayer y del hoy

por días sin término.

25 febrero 2025

POR LOS MONTES

 



               

                           A mi prima Mari Carmen Márquez

 

 

Subí a los montes para tomar distancia,

para medir mi apego a la población

o mi desinterés absoluto;

entonces sentí vértigo, perdido

y sin apenas raigambre

que me sustentara.

No es posible habitar entre las nubes

sin dejarse arrebatar una esquirla del alma.

Allá abajo, en el blanco caserío,

donde late el humano vivir,

es donde los míos me aguardan,

donde vi la luz primera

y el despertar a la vida

que poco a poco se fue desperezando.

Ese ascua de blancura,

ese relumbrón de cal

por sus calles y plazas,

es la patria que yo amo,

el latido de mis ancestros

donde los míos descansan.

Subí para distanciarme y medirme frente a ti,

pero fue aventura fallida,

nube que el viento desplaza.

24 febrero 2025

LATITUD NORTE

 




Cruzar del sur más sur

-con pocos años-

al norte fronterizo y con lengua propia,

además de un refinado gusto por la cocina,

parecía un despertar saciante

de los sentidos,

esos que jamás se encuentran completamente llenos.


En el sur los días y las noches son más transparentes

y los cielos se asoman a los sueños

con el vértigo de otras galaxias merodeando

allá por el infinito;

pero allí las colinas se tiñen

de un verde permanente

y el sol es atemperado y no ciega,

sino que juega al escondite

sin que por ello afecte a la función clorofílica.


No hay vez, no hay turno, tampoco regadío,

pero sí una ducha casi imperceptible,

a la que llaman “txirimiri”,

y cuya armonía es música celeste

y arrullo que acuna a las tierras dormidas.


Allí me aguardaba el fiero mar de Ignacio Aldecoa,

las playas interminables y las mareas

que se ocupaban de acotarlas,

de comprimirlas o de extenderlas;

en suma, una aproximación en latitud norte

que me mostró un mundo desconocido

e igualmente entrañable.

23 febrero 2025

LA QUIETUD

 




La quietud es silencio, es música tibia,

contemplativa, sin clave ni metro,

tan solo ritmo que se acompasa

a los efluvios del corazón

cuando se mece involuntariamente

y bombea su sabia agridulce

por la arboladura y cada uno de sus miembros.


Es nevada nocturna, sigilosa, callada,

que viste de armiño lo opaco y oscuro,

al tiempo que tiñe los malos pesares

de alba inmaculada e incólume

o por el contrario de los peores presagios.


La quietud es esa extensa comarca

de colinas de almendros en flor,

que hasta los insectos evitan rasantes

para no perturbar o modificar la partitura,

que en suma sabe y huele a inmensidad.

22 febrero 2025

ME SALDRÁN LAS CUENTAS

 




Un pequeño esfuerzo y la gran recompensa:

mis hermanos viven en la gran ciudad

y yo he sido invitado a volver al origen

y a meditar mirando al Calvario.


Ellos llegaron fácilmente al acuerdo

y me ofrecen el calor de su presencia,

junto a la serenidad de su cercanía,

sin convocatoria, solo por arroparme.


Llegado el momento, si la semilla da fruto,

serán los primeros en festejarlo;

si por el contrario solo es paja sin grano,

también serán los primeros en arroparme.


Contra viento y marea, aunque el trillo no trille

y aunque la brisa sea calma adversa,

la parva llegará íntegra al granero,

harán de mi objeto de culto

y por activa o pasiva me saldrán las cuentas.

21 febrero 2025

VIEJOS RECUERDOS

 




La estampa del patio al fondo de la casa,

como el lugar más entrañable y divertido,

fuera del hogar donde ardía la leña

y en sus arboladas lenguas de fuego

y en sus ascuas, la imaginación

haciendo bucles de humo y cuentos.


Todo un escuadrón de macetas

y de muy surtida variedad de plantas;

el suelo empedrado de cantos rodados

y, cubriéndolo todo, una parra vigorosa

de dulce sombra y deleitosa uva negra.


Al otro lado de la tapia, el huerto,

y asomándose curioso, el limonero

en cordial competencia con el jazmín:

un reñido duelo de aromas y sabores.


Era la niñez. Mi niñez y el tiempo ocioso

de los abuelos. Era la gozosa ternura

y este sello indeleble que se me estampó

en el santasantórum de mis recuerdos.

20 febrero 2025

ECOPUNTO

 




Un muchacho gris, a sus pocos años,

buscando con denuedo en el contenedor

cualquier cosa desechada por desconocidos,

es un hombre vacío asomándose al precipicio.

Porta en su mano derecha un gancho metálico,

una herramienta, no un sutil divertimento,

un hierro que pincha menos que el hambre

y que solo a veces es eficaz en el rastreo.


Los turistas habitan las viviendas desalojadas

por la ciudadanía que se salió por la tangente

hacia la anónima y fría periferia. Ellos buscan

en el pasado los lugares señeros de la ciudad,

se hacinan a la música estruendosa de sus maletas

en cualquier esquina y consultan sus móviles.

Antes no eran tan numerosos como ahora

y la ciudad no se había vaciado para ellos.


Cambian los personajes, pero muy poco

las actitudes de las personas y sí el perfil:

antes de esta Sevilla turística y de la rebusca,

ya fue habitado el patio de Monipodio

por los inmortales Rinconete y Cortadillo.




19 febrero 2025

SIN ENSAYOS

 




Vivir no permite ensayo:

hay que pasar y jugársela

en directo por la escena de la vida.


El día era largo y eternizable

en los bancales y veredas,

donde el sudor profuso,

pero fugaz en el dulzor ocioso

y placentero de la plaza.


Eran tiempo felices,

porque así de insolente

se manifiesta la juventud;

pero al cabo, tiempo de penuria

donde la impronta es siempre una sonrisa

en la que eternizar el hoy

con la amenaza soterrada del mañana.


Es fácil mirar atrás y ver el camino,

leer la historia en las enciclopedias

mucho más que la amarga o dulce

experiencia vivencial,

ahora imposible.


La vida no admite ensayos,

como tampoco representaciones escénicas:

ni guion, ni apuntador,

tan solo el vértigo del directo

con escasas opciones de triunfo

o de un probable y estruendoso pateo.

18 febrero 2025

SILENCIO

 




Silencio.

Espera que se adormece,

que resbala por el quebradero

de lo superfluo,

como sombra esquiva

que el difumino soterra.


Silencio.

Un beso dormido

como ascua que perdió fulgor

y se aletarga ceniciento

en brazos del pretérito,

sin aspiración alguna,

desmayado,

tan solo un leve recuerdo

que no acierta a restañar las heridas.


Silencio...

17 febrero 2025

BUSCANDO

 



Buscando un rayo de sol

y con un libro en las manos,

entre árboles y setos

un banco deshabitado.


La paz que tanto anhelaba

brotando del corazón,

en la mente un hervidero

y en el libro una pasión.


Entre la trama del libro

y la maraña enramada,

es el cielo un buen testigo

de lo que en mi se pintaba.


Negro con pico amarillo

un mirlo claro cantaba,

y le ponía estribillo

a lo que mi mente hilaba.


Negro también son tus ojos,

melodía tu corazón,

pasión en tus labios rojos

y en tu mirada ilusión.


16 febrero 2025

TOPACIO

 




Se tomó su tiempo

y cristalizó en aristas que le delimitan,

le dan esbeltez y carácter singular.

Piedra, roca amarilla,

como el color de una ofrenda de cera

que se enciende para venerar

ese más allá desconocido y desvelado

que nos acuna el ánima.

Magma de las entrañas de la tierra

que sedimentaron los días

y segregaron los años;

miel sólida,

insípida y desabrida,

cuya luz nace de su interior

cuando se deja atravesar por la mirada,

o cuando un rayo de sol trata de herirla

sin lograr nunca el propósito.

Materia virginal en manos de un orfebre

a cuya belleza no tiene nada que añadir,

tan solo contemplar,

adecuar al tamaño del diseño,

como sol enjoyado que se ofrece

y en ningún caso decepciona.



15 febrero 2025

UN LARGO DÍA

 




Un largo día, tesela a tesela,

tomó vida y parecía anidar

un futuro indefinido y extenso;

mas se cubrió del lodo del descuido,

de humo, de silencio, de desprecio

y quedó sepultado su brillo y su ser

sin haber conocido la muerte.


Pasaron los años, los lustros,

la banalidad de generaciones sin fin,

pasaron los siglos,

y quien buscaba aventura

encontró un tesoro de otro tiempo,

de otra realidad que dormitaba

en el injusto sueño del olvido,

para renacer,

-tras unos mimos de acicalamiento-

a este presente que le hace justicia.

14 febrero 2025

ANOCHECE EN LA CIUDAD

 




La muchedumbre se confunde

sin delimitar sus líneas

al final del espacio infinito.

La luz ha perdido vigor

y las sombras se expanden

con el inconfesado propósito

de dominar en la oscuridad.

Han huido los pájaros,

también los niños dejaron en silencio

los columpios y el tobogán,

como arroyo reseco y mustio.

Los insaciables saturan bares y cafeterías

y el comercio languidece

bajo las luces de neón

y las escenas mudas de los escaparates.

El recogimiento se ve interrumpido

por el tráfico rodado,

mientras un patinete hace eslalon por la acera

sobresaltando a los escasos viandantes.

Al llegar a casa, todos uniformados:

una cena frugal ante el televisor

y el sobresalto del noticiero

tintando de luto nuestros corazones.

13 febrero 2025

OJÉN AL AMANECER

 



Esa luz madrugadora y tibia,

asomada al Atajo y haciendo

plenitud en la cuesta del Calvario.

Ese menudeo rubio ascendiendo,

subiendo y bajando bancales

y tintando de vida renovada

los caminos y las veredas.

Ese encanto de hortelano jardín

acariciando la tierra agreste y dura,

y sirviendo la mesa, según temporada,

de los frutos del sudor humano,

donde el naranjo era el denominador,

como en la sierra lo era el algarrobo.

Las minas a una hora o más de camino,

el agua susurro y socorro bien cuidado

y la luz solar derroche de la naturaleza.

La escuela de los niños en el Toledillo,

la de las niñas en la recoleta Plaza,

los pupitres de a dos y un tintero,

y el reloj de la Iglesia marcando el ritmo

a la música de la tabla de multiplicar.

En cada amanecer de hoy día,

la estela del amanecer de Ojén a la vida.

12 febrero 2025

MAÑANA DE FEBRERO

 



Mañana fría, humedad que penetra,

cuando venga la próxima primavera,

¿qué quedará de esta gélida impronta

sino el aterciopelado aroma del azahar?


Cuando llegue la primavera,

volverá la tersura a tus manos

y se harán promesas cumplidas

todos los deseos acumulados,

como en una larga lista de espera.


Tus ojos serán luz emitiendo ternura,

tus manos dos palomas saliendo al encuentro,

tus brazos una dársena anegando las sombras,

tus labios el abrevadero de mi sed tozuda,

tu cintura la cadencia musical del encuentro.


Ya alargan los días proyectando su luz,

las sombras siniestras son un tránsito

hacia el reverdecer de nuestro encuentro:

tu mano en mi mano un ramillete impoluto.



11 febrero 2025

CAMINATA

 



Yo voy andando caminos”,

callejeando la ciudad y abriendo la mañana

de este nuevo día que se despereza,

me cruzo con gente anónima

que me ignoran y ni intercambian una mirada.

De vez en cuando un gesto,

un par de vocablos ininteligibles;

un carraspeo, un movimiento de cabeza

y me siento saludado.

Los naranjos iluminan el verde de las copas

con una pródiga cosecha

y el suelo acusa el viento de la noche pasada

pintando el suelo con brochazos anaranjados.

La brisa trae el aroma del río,

también la quietud y la calma,

y la planicie de las aguas que se derraman

camino de la mar,

un último trecho remansado y titubeante

que a veces baja y otras sube,

según la musicalidad de la mar.

En las avenidas el fulgor de las prisas

y la aceleración por la quema de combustible,

cada quien afanado en sus tareas:

un sin fin de individualidades al unísono.


10 febrero 2025

LOS DÍAS DE FEBRERO

 


Los días de febrero son cambiante

y apresurados,

un tanto menos remolones

que fueron los de diciembre

en el bullicio de las fiestas,

pero también fugaces y oscuros:

todo un ballet de nubes grises

haciendo coreografías evolutivas,

como un grato declive

que corre con urgencia los visillos de la noche.


La Candelaria, la Virgen de Lourdes,

los enamorados cubriendo los días y las noches,

una algarabía de corazones de oro y plata

con la que festejar que la luz

prolonga sus rayos y enseñan el camino

a los días venideros hacia el vértice lumínico.


Se adivina. Aún falta un buen trecho,

pero se intuye que no ha de tardar

la fragante y virginal y visual primavera.

09 febrero 2025

LA PALABRA

 



La palabra no nació en el paladar

sino en la necesidad comunicativa,

y abrió sus alas una paloma

por entre los labios del hombre,

que hizo nido y engoró en el pensamiento.


Hasta los montes retemblaron

cuando surcaron los valles los primeros vocablos,

y fueron rebotando los ecos entre los riscos.

No entendían nada, pero les conmovía

ese temblor impalpable que se desplaza en su ámbito.


Al principio fueron sílabas sueltas,

como eslabones con cierta cadencia

que permitía al hombre hacer sones

y tomar pleno sentido de la novedosa herramienta.


Y así, subiendo la escala,

se fueron enlazando unas a otras

hasta inaugurar la comunicación,

y fue secundaria, para los momentos de afonía,

la gestualidad que le había precedido.


De aquellos primeros balbuceos,

el sujeto, siempre en cabecera,

se cuestionaba y se respondía

predicando acciones

que se ensanchaban por la comarca

hasta tomar cuerpo de sustancia comunicativa.


Y al sujeto existente

se le sumó el verbo y el predicado,

y la oratoria se convirtió

en materia de culto,

y gracias a este cultivo,

se hicieron más fáciles los encuentros

y también las diatribas y las polémicas.


Primero fue el ser,

pero luego coronó la cima de la creación

cuando se comunicaron los hombres

por medio de la palabra,

si bien, con demasiada frecuencia,

para la disputa más que para la avenencia.