16 octubre 2012

LA ESCUELA



Detrás del maestro, el encerado;
al costado de este, el mapa
físico y el mapa político de España
y sobre su mesa
el globo terráqueo
con su corporeidad esférica;
controlándolo todo
el crucifijo como abrazando
la escena y la algarabía infantil;
en las voces, la música
de la tabla de multiplicar,
los modos y tiempos verbales,
los cabos y los golfos
y la lista de los reyes godos;
en la caligrafía alguna leve tachadura
y algún que otro borrón
de tinta inoportuna
como amapolas en los sembrados;
en las salpicaduras de la memoria,
las preposiciones haciendo escalas
con los mares, los ríos y sus afluentes,
y en la regla de don José,
la severidad de aquel tiempo añejo.

38 comentarios:

  1. '...Por las tardes de costura en el bastidor
    Por la lectura de un evangelio
    Por el 'po man llo, ham, mi, lim, pa, per' inmisericordes.
    Por las manías de Doña Esperanz, ruda y dura como su intransigencia
    Por los cuadernos de dos rayas,angostas como trenes de vía estrecha.
    Por el poco mucho equipaje que pude aportar a mis años de docencia.
    Por la estampa viva que ha resurgido leyendo tu severidad de aquel tiempo añejo, Francisco: Gracias y felicidades.

    Una profesora maestra jubilada.
    Abrazos

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    1. En la sociedad española está viva la polémica de la enseñanza, no sólo por los recortes económicos, sino por las tendencias ideologizantes, siempre tan tentadoras para el poder en todo momento. Mi escuela, vista en la distancia, tenía una gran carga de ideología, pero lo que en mí quedó es el grato recuerdo de aquellos años de aprendizaje y el cariño eterno a mi maestro, cariño que te hago extensivo, PiliMªPilar y a todos los docentes. Ningún trauma de la regla de don José.

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  2. Me ha parecido cruzar el dintel y volver a la clase, con la estufa de leña en el centro, donde estudiábamos "los niños con los niños, las niñas con las niñas", haciendo esfuerzos por tomarnos la leche en polvo y el queso anaranjado de la ayuda americana. ¿O lo he soñado? Un saludo desde mi mejana

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    1. En Ojén no había estufa, no era necesaria, pero sí compartimos ese mismo queso, mantequilla y leche en polvo.
      Un abrazo

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  3. Francisco, siempre bellas tus letras amigo. He recordado aquellos días de escuela cuando conocí el primer amor. Cuídate mucho.

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    1. Afortunada tú que además de conocer la historia y la geografía encontraste el amor.
      Besos

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  4. La escuela de ayer, Francisco, tu escuela, esa escuela que me tocó de refilón, pues cuando iniciaba yo mi andadura estudiantil, aún había crucifijo y encerado, y globo terráqueo. Me gustó bastante tus bellas rimas. Abrazos.

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    1. Gracias, maestro. ¡Cómo me gustaría ser ahora alumno tuyo!

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  5. ¡¡Ay dios!! que mayores somos.

    De todos modos la escuela está muy revuelta, el día 18 de este mes hay un huelga de los padres y madres de alumnos de todo España para que no se lleve ese día a los niños a la escuela debido a los recortes y a la reforma educativa que prima a lo privado.

    Con la escuela, este país, siempre ha tenido un problema grave, se ha sido incapaces de aunar esfuerzos y evitar una ideologización de cada uno de los gobiernos que van ocupando el poder, de ahí que cada pocos años tengamos reforma nueva, así nunca llegarán nuestros hijos, nietos y generaciones futuras a nada.

    Saludos

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    1. De alguna forma ya he dado respuesta a este comentario tuyo más arriba. Creo que una cosa es la preocupación de los mayores y otra muy distinta el gozo de la chiquillería en la escuela y los recuerdos de aquellos años de aprendizaje.

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  6. Podríamos cambiar a don José por mi abuelo, y todo me resultaría familiar :)
    Eran tiempos en blanco y negro, duros pero cargados de ternura en el recuerdo.

    Feliz día

    Bisous

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    1. Por supuesto que sí, Madame. Por su abuelo o por el nombre del maestro o maestra de cada uno. En términos generales todos tenemos un rasero por el que medirnos: los recuerdos de la escuela y aquellos años primeros fuera de las faldas de mamá.
      Bisous

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  7. Y todo un coro infantil va cantando la lección...
    Me has recordado a Machado y a los viejos tiempos de pupitre, crucifijo y capón.
    Un saludo.

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    1. Me ha faltado los cantos patrios, pero quien conoce esa escuela se los imagina.
      Un abrazo

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  8. Esa, esa sí que era una buena enseñanza!!!!!Besos primo y no me meto más en este tema porque me "cabreooooo"

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    1. Dedico esta entrada a todos los maestros y maestras y a todos aquellos que como yo añoramos con mucho afecto la escuela y esa dorada etapa infantil.
      Besos, prima.

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  9. Has descrito mi escuela pero le falta la tarima, esa tarima que según ellos significaba superiorioridad y que, con otras muchas cosas, fue suprimida porque todos somos iguales.
    Paco, como dice Liova, este tema me calienta bastante.

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    1. No te calientes que yo no traigo tema de polémica, sino de gratos recuerdos. Comprendo que los docentes os encendáis, claro que sí. En mi escuela no había tarima, pero don José era una de las autoridades del pueblo: maestro, practicante, alcalde... era más alto que la mayoría de los padres, por tanto no necesitaba tarima para representar la autoridad.

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  10. Que bonito Francisco y que bien descrito. Por cierto hay algo para ti en Ciudadana del Mundo. Espero te guste y no me seas muy exigente. Solo tuve un para horas porque no dependía de mi.
    Bss

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    1. Gracias, Katy, por visitar mi pueblo. Es una ocasión especial hacerlo en feria, pero no es el mejor momento para conocer el pueblo. Cuando vayas de nuevo te enseñaré mi escuela, el lugar, pues dejó de existir como tal y ahora hay un gran colegio.
      Muchos besos

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  11. Qué recuerdos, qué buenos maestros tuvimos dentro de las carencias.
    De todos modos admiro esa profesión y más en estos tiempos.
    Besos

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    1. Yo tengo también un a gran admiración por todos los profesionales de la docencia, pues me parece una profesión admirable y vital para la sociedad.
      Besos

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  12. Las escuelas de entonces forjaron el carácter de sus chavales y la prueba tiene que no habéis olvidado todavía los sabañones, el frío, los reglazos en las manos y los picores de los piojos, jejeje. Creo que tampoco habéis podido olvidar el bigotillo del caudillo mirándoos desde su foto presidencial de la clase, jejeje.
    Saludos

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    1. Esos cambios de los que hablas no los notan los alumnos, para ellos su escuela y su momento es único y siempre especial. La escuela es la fuente del conocimiento para los niños y eso marca para toda la vida. Se dice que si se adoctrina... yo acudí a la escuela de los años 50, en plena dictadura, pero el adoctrinamiento no me hizo mella alguna, y así pienso que debe ser en cualquier época, a pesar de lo cual todos los gobernantes quieren imponer sus criterios. Creo que es hora de que los políticos se pusieran de acuerdo en pactar un programa educativo duradero. Gracias Carmen.

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  13. Que cambiada está la escuela de hoy en día respecto a esta. En ese tiempo el maestro era respetado y los niños tenían mejores modales, era la cultura del esfuerzo y se aprendía mucho gracias a ello.

    Hoy día se ha relajado mucho la disciplina en las aulas y teniendo tan buenos medios como existen en la actualidad hay gran cantidad de fracaso escolar y es que sin esfuerzo no se consigue nada.

    Un abrazo

    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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    1. En aquella época, los niños respetaban a los maestros y en general a todas las personas mayores, a quienes se les hablaba de usted y a las autoridades de "don". La disciplina se ha convertido hoy día en la gran carencia, junto con el espíritu de sacrificio.
      Un abrazo

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  14. Salvo la lista de los Reyes Godos que nunca tuve que aprenderme, acabas de describir mi escuela.

    Un abrazo Fco.

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    1. Tú eres más jovencita, pero la escuela no hace tanto que cambió de metodología. Recuerdo que a mis hijos les hablaron de las matemáticas de conjuntos y tuve que manejarme un poco en aquellos diagramas para poder enterarme de algo.
      Besos

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  15. Francisco, en mi escuela también hubo mapas, encerado, tarima, crucifijo y también tablas de multiplicar. Yo creo que fundamentalmente cambia el color de la imágen, porque parte de tus palabras también son aplicables a los años setenta, aunque entiendo lo que dices, claro.

    Besos desde mis palabras.

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    1. Es cierto. Ya he comentado antes que los cambios en la educación son muy lentos, por lo que lo que he dicho es válido para una gran franja de tiempo. A partir de los 70 se implantan las fotografías en color, pero los criterios eran más o menos los mismos.
      Besos

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  16. Sí, yo también tengo muy gratos recuerdos de aquellos primeros tiempos en el colegio. Si la descripción de lo que mis jóvenes ojos veían no era exactamente igual, sí lo eran las sensaciones.
    Un saludo muy cordial.

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    1. Me confirmas mi teoría en cuanto a las sensaciones de los alumnos. La escuela marca a los niños y siempre es algo grato en nuestra vida, a pesar de los cambios. Mi nieto Alberto, 6 años, estaba encantado con su seño en preescolar y ahora lo está con su nueva seño en primero; por cierto, se siente mayor porque ya está en primero de primaria.
      Un abrazo

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  17. Infinitas gracias querido y admirado amigo por hacer que con tus letras nos vengan a la memoria bellos recuerdos que ya creíamos olvidados. Muchos besinos con inmenso cariño.

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    1. Gracias por tu ternura, por tus besinos a los que correspondo y por valorar como yo que la escuela son bellos recuerdos.

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  18. Una escena detenida en el tiempo. Qué bien se estudiaba aún con los inconvenientes de la extremada seriedad. Casi ninguno salimos "burros". Cadi todos escribimos burro con b y verano con v...
    Ahora con tanto adelanto y abreviatura, echo de menos aquello.
    Besos.

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    1. Me haces recordar aquellos dictados que corregía don José con tinta roja y que a cada falta había que escribir la palabra veinte veces correctamente. La severidad estaba en la escuela, pero también estaba en la calle en el ambiente... Era otro tiempo y nadie cogía un trauma por ser tratado con mucho rigor.
      Besos

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  19. Hola Paco, has dibujado con las palabras como era la enseñanza antes. La foto muy buena.También había coscorrones, tirones de pelo y reclazos en al mano. O libros en la cabeza o en las dos manos en forma de balanza. Eran otros tiempos.
    Saludos y besos

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  20. Yo también me caliento con el tema.
    En mi época, un poco más tardía que la tuya, todavía existía el pupitre de madera compartido, con tintero...
    A nosotras, las monjitas nos ponían medallas y bandas cada semana, y si no conseguñias alguna, aunque fuera la de la puntualidad... ayyyy!
    Cuánta frustración, cuánto miedo, cuanta confusión!
    No quiero nada de eso para mis pupilos, por eso camino a su lado y no levitando por encima de ellos y ellas!

    Pero el recuerdo de la infancia, de la edad escolar, siempre trae a nosotros un algo qu enos enternece.

    Besotes escolares!
    ;)

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