23 marzo 2011

MIS MAESTROS

Mi amiga Chelo de la Torre ha colgado en su blog un llamamiento en defensa de los profesores, quienes vienen siendo en los últimos tiempos vituperados por alumnos y padres que dejan mucho que desear como educadores, al que sin dudarlo me he sumado:

Me gusta la palabra maestro y todo lo que significa, y me gusta la tercera acepción que de ella dice el diccionario:Persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo”. Y es que guardo especial cariño a todos los maestros que he tenido a lo largo de la vida, a los docentes de las diversas instituciones de enseñanza, y también a aquellos otros que han orientado mi vida laboral. A todos ellos. A los buenos y a los menos buenos; a los primeros porque me enseñaron qué y cómo hacer, y a los otros porque me mostraron cómo y qué no hacer.

Muchas veces me he planteado qué hubiera sido de mí si acabada la etapa educativa  me hubiera visto perdido sin que el maestro de turno me hubiera orientado en lo profesional. Seguramente me habría disipado en los rudimentos toscos de todo principiante y me habría quedado estancado, como todos esos que nunca pusieron interés alguno en superarse y llegaron a la edad madura siendo aprendices que no aprendieron o mozos por la eternidad.


El verano pasado me topé en Marbella con uno de mis viejos maestros de lo laboral. Hacía al menos 40 años que no nos habíamos visto. Me dio un vuelco el corazón cuando lo divisé a lo lejos con su porte inconfundible; iba de espaldas, pero era él: sus modos elegantes, su porte de gentleman y sus pasos erguidos y firmes. Ya no era tan seguro su caminar, pero seguía siendo genuino y hasta exclusivo. Al acercarme comprendí que no me reconociera y le pregunté con voz entonada: “¿Don Antonio Ávila?” Y me respondió con su voz engolada: “Y Palacios”. Tenía la mirada perdida y la atención en un posible submundo al que la edad o los achaques le habían llevado. No me reconoció ni cuando me identifiqué y no mostró interés por salir de su estrecho mundo interior. Tenía la mirada perdida en el horizonte, iba como extraviado, pero seguía siendo el mismo, mi maestro querido, un ser todo él dignidad.

13 comentarios:

  1. Yo también recuerdo a todos mis profesores/as con mucho cariño y las épocas de mi vida en las que he estado aprendiendo de ellos han sido las mejores.

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  2. Hace mucha ilusión encontrarse con antiguos alumnos que te reconocen y te estrechan la mano. Algún poso positivo vamos dejando, es lo que pienso. Hace poco me ocurrió eso mismo: un ex alumno ya casado y con un hijo y su trabajo. Me gustó el encuentro.
    Un saludo.

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  3. También yo guardo gratos recuerdos de mis maestros. Hace unos años me topé con uno de ellos y ni él ni yo nos reconocimos, algo más tarde nos volvimos a encontrar y trabando conversación nos dimos ambos la sorpresa. Fue un momento verdaderamente agradable. Falleció tres años más tarde.
    Un saludo

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  4. Yo también recuerdo a los míos, a unos con un recuerdo imborrable y entrañable.

    Sé que también yo he dejado en algunos ese recuerdo, lo sé porque después de 30 años de maestra, aún puedo presumir de ello, de encontrarme con muchos y charlar largo y tendido y hasta de tomarnos un café! Yo les sigo los pasos a casi todos. Acumulo, nombres, caras, actitudes, sonrisas, malos ratos, cariños, niños, adolescentes, y ahora hombres y mujeres. También me ha tocado ser maestra de hijos de alguno de mis alumnos... eso es muy bonito, de verdad!

    Tú ya sabes que yo estoy más que encantada de ser lo que soy, y que soy una maestra-gallinita, o sea, mis polluelos y yo! Jejejeje!

    Además, esta profesión te mantiene totalmente viva, te hace estar despierta, al día, tan cerca de ellos, que a veces, casi te puedes confundir o fundir en sus momentos, por otro lado, también vividos por nosotros.
    Ay!

    Ahora estoy en un alto en el camino en esa tarea ardua que es la de las notas, los informes. No megusta nada, intento rascar de aquí y allí para no dejar a nadie en la cuneta, katxis!

    Todas las iniciativas para recuperar la imagen del maestro, del maestro compañero, guía, orientador... siempre son bien recibidas, porque claro, no es lo que era antes, ese miedo y ese respeto exarcevado, pero sí, algo de lo esencial nos lo han quitado, y los hay que se creen con derecho a agredirnos, a insultarnos, ridiculizarnos...

    Gracias, a Chelo, y a ti, y a todos los que nos quieren, valoran y respetan!

    Un abrazo enorme!
    ;)

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  5. Yo también guardo un excelente recuerdo de mis profesores y las nuevas tecnologías me han permitido encontrarme con ellos incluso ahora.
    El domingo recordé un examén donde nos pedian en un plano ubicar los sistemas de control de una refineria, y como por encanto al día siguiente recibi la solicitud de amistad de ese profesor por facebook.
    Algo que es cierto es que en muchos paises de América el respecto que se guarda a los profesores es mayor y eso es lo que les he inculcado a mis hijos siempre.
    Un fuerte abrazo.

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  6. A mí también me gusta la palabra maestro en contraposición a la palabra profesor. Maestro es aquél que enseña lo que sabe, como en la antigüedad había maestros artesanos. En cambio un profesor tiene muchos conocimientos pero no por ello sabe transmitirlos al alumno.

    Saludos.

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  7. Tal como dices, Francisco, un buen maestro puede cambiar vidas abriendo puertas a sus alumnos.beso

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  8. Lo que está ocurriendo en la educación me parece monstruoso y creo que tiene que ver con la impunidad y también con la falta de cultura de los propios padres. ¿Acaso no se acuerdan que en otros tiempos, cuando un profesor hablaba con nuestros progenitores y nos ponía un cero patatero en un examen, que era ni más ni menos que lo que nos correspondía, por no haber hincado los codos a su debido momento, no éramos nosotros los culpables del delito? ¿No tenían acaso razón de nuestra vagancia? Ahora no, ahora el pecador es el profesor por no habernos perseguido las 24 horas del día para comprobar si estudiamos o no. Ahora el culpable de que el niño no se aplique no corresponde al padre o a la madre o en todo caso al niño vaguete, sino al profesor que tiene que hacer de niñero todo el día, si acaso de domador de fieras o de carcelero de delincuentes.

    Saludos

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  9. Entro un poco tarde hoy y me encuentro con esto.
    Muchas gracias, Francisco, por esta entrada.
    Edurne, soy del gremio , pero jubilada y lo único que hago es defender una profesión que elegí por vocación y que ha sido un una parte muy importante de mi vida.
    Elena, cuidado con lo que dices y donde lo dices. Entiendo perfectamente lo que quieres decir pero no todos mis compañeros piensan lo mismo.
    He sido profesora de Instituto (hoy de secundaria) toda la vida. Muchas veces me han dicho que era como una maestra, al referirse a mi trabajo, siempre suponía un orgullo oirlo.

    Desgraciadamente muchos padres no piensan como vosotros y además las leyes también nos vapulean bastante.

    Algún día hablaré de "mi maestro ", que fue el que me inició en las matemáticas y el que metió el gusanillo de la ensañanza dentro de mí
    Besos a todos

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  10. Bonito, pero bonito homenaje el que haces a tus maestros, en especial a ese Don Antonio Ávila, ahí, dicho con todo respeto. Parece que últimamente, los maestros, somos menos importantes, además del dardo de todos los males de la escuela y de la sociedad en general. No sólo debemos enseñar, sino también orientar, como bien has apuntado. Pero de ahí a ser niñeras, psicólogos, padres putativos, va mucho trecho. El maestro debe ser eso, maestro, perosona que enseñe, instruya y abra horizontes al alumno. Compañeros mios se enfadan porque los niños le digan maestro, yo me pregunto ¿hay algo más bonito que la palabra maestro, de magister en latín, el que ejerce el magisterio?
    Saludos cordiales, amigo y tocallo Francisco.

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  11. Gracias, Francisco, por este puesto tan entrañable.
    Saludos

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  12. Todo lo que soy y todo lo que sé, se lo debo a mis profesores y maestros. Tuve nuchos a lo largo y ancho de los paises en que me tocó vivir y para cada uno guardo un celda en mi corazón. Solo tengo palabras de agradecimiento.
    Un beso

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  13. especialmete agradecida por este posteo

    besos

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