25 diciembre 2018

ARPA MÁGICA




Un ángel de bucles amarillos
como filigranas áuricas
en cuyas cascadas sonaban endechas.

Cuando todavía hablaba
con muy escaso vocabulario
y había que esforzarse para entenderla,
se subía a una banqueta
e imitaba a mamá
con el arqueo de su brazo izquierdo
que se diría congénito,
y posaba el arpa con la suavidad de una pavesa,
hecha madera noble, sobre su hombro derecho.

Acariciaban las cuerdas
sus frágiles dedos,
como gorrión que picotea la merienda de un niño,
arrancando sonidos que no aparecen en los pentagramas.

Tenía cierta dificultad
para relacionarse con otros niños,
pero embelesaba a los mayores
con sus trenzados y trémulos armónicos.

6 comentarios:

  1. Bonito y poético. Es verdad los niños cuando tocan arrancan sonidos que no están en los pentagramas... Genial. Felicidades

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    1. Me alegra enormemente que te haya gustado, Rosa María. Gracias por manifestarlo.

      Un abrazo.

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  2. Ese "angel" además de brindar su bella música inspiró a un poeta un bonito poema.Saludos

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    1. Gracias, Charo. Como bien has intuido, todo ha nacido a la vista de esta tierna imagen.

      Un abrazo.

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