19 agosto 2014

A LOS DIEZ AÑOS



A los diez años,
Marbella dilató mi mundo conocido
y el mar derribó las fronteras
pasando por mi mente imágenes de
Tartessos, Roma, Grecia,
las Américas...    todo aquello
de lo que hablaban los textos
de Geografía e Historia.

La gente de la mar
me enseñó a hablarle al mar
en femenino,
porque así es la madre:
abierta, generosa, abundante,
a veces brava y tempesteada,
pero siempre rumbosa,
pronta a la caricia, a estrecharte
en su seno de madre
a cantarte monótonas melodías
que acunan rítmicamente.

A los diez años,
palpé el azul que antes
veía a lo lejos desde Ojén
y comprendí la redondez del mundo,
la indefinición del horizonte
como efecto visual
y lo lejos que está una madre
a ocho kilómetros de distancia.

10 comentarios:

  1. Realmente qué maravilla ! cuánto más hablas del mar y lo describes más fuerte se vuelve mi deseo de verlo y meterme en sus aguas.. Me gusta mucho la comparación que haces con una madre . ..."pronta a la caricia "...sí así es .
    Tienes una sensibilidad exquisita, españolito.
    Apapachos.

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    1. No me da miedo crear en ti ese deseo, pues el mar supera todos los sueños. En tu próximo viaje a España vas a conocer cosas extraordinarias. Gracias por tus palabras.
      Apapachos.

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  2. Debes encontrarte la mar de feliz en un lugar que te trae tantos recuerdos de la infancia.
    Un saludo.

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    1. El único contratiempo, Cayetano, es que cuando uno se refugia tanto en la infancia es porque hasta la juventud esta ya lejanísima.
      Un abrazo.

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  3. Cuanto echo de menos el mar, la mar, pero no para darme solo el bañito de turno sino para vivir en sus orillas. Mi contacto fue a los 5 años y no me separé de sus orillas hasta los 23. Comprenderás que hondo me han llegado tus versos.
    Bss

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    1. Me satisface que mis palabras puedan evocar tus vivencias y hacerte revivirlas.
      Besos.

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  4. a 8 kitolomeros de distancia está usté de nos, los vulgares, En este ha estado usté tan moderno, que los nuevos no parecen vivos.

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    1. No quisiera interpretar lo que leo de forma errónea, porque no hay otra vulgaridad que la soberbia y yo me aplico en ser cada día más humilde. Gracias por tus palabras.
      Besos.

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  5. Y esos recuerdos permanecen en ti, porque los viviste con intensidad...La inmensidad generosa y femenina del mar...y la distancia de una madre a km de distancia...La vida te ha concedido la palabra y la sensibilidad para que eternices esos recuerdos y los hagamos nuestros, Francisco.
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tus bellas y profundas letras.
    M.Jesús

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    1. Esa distancia hoy tan escasa, había que recorrerla a pie, o sea dos horas de camino. Gracias, María Jesús, gracias y mil gracias.
      Besos.

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