23 octubre 2020

ME ACUSO



 

Ayer maté a un amigo

con nocturnidad y alevosía,

en circunstancias que no podía defenderse.

Me manché todo,

pero no vi correr la sangre

y seguro que aún debe ser

un reguero incesante

que se extiende como mancha de aceite.

Todo comenzó como un juego macabro

que se me fue yendo de las manos

hasta dejarle las entrañas al aire.

No rechistó.

No pudo o no quiso escucharme;

lo cierto es que puse todo mi empeño

en rematarle y bien que a ello me apliqué.

Ayer, en su ausencia,

difamé a un amigo

con intención de rematarlo para siempre.

Hoy soy yo quien se siente

herido de muerte.

18 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Así es, Emilio, remordimiento propio y ajeno por la ligereza que solemos juzgar y hasta condenar al otro con la lengua.
      Un abrazo.

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  2. A veces puede ocurrir. Pero si hay remordimientos, es buena señal. Un día tonto lo tiene cualquiera. Y en estos tiempos es fácil la crispación.
    Un abrazo, Paco.

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    1. El problema es que una vez lanzada la piedra...
      Un abrazo, Cayetano.

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    1. Sí, pero para ello hace falta dar el primer paso.
      Un abrazo.

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  4. Excelente descripción, es tan nociva, que hiere a quien se dirige y destruye también a quien la genera.
    Un abrazo.
    Un abrazo.

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    1. Efectivamente, es una bala de doble trayectoria, Sara.
      Un abrazo.

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  5. Puede que estuviera dolido por algo que te hiciera y tan sólo pretendías desahogarte.

    Ahora cuando ves las cosas friamente, no le das tanta importancia y valoras sobretodo los largos años de amistad.

    Mi lema es no hablar en caliente, porque temo arrepentirme de decir algo inconveniente en un momento de alteración.

    Besos

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    1. Me parece muy prudente tu actitud, Antonia. En caliente salen los exabruptos y es mejor contenerse y meditar ese impulso.
      Besos.

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  6. Había una peli que se llamaba "Yo confieso"

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    1. Efectivamente, pero si no recuerdo mal, en esa película se trata del secreto de confesión.
      Un abrazo.

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  7. El remordimiento mata. Profundo poema amigo Francisco. Saludos.

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    1. Por eso es tan conveniente atemperar y no dejarse llevar por impulsos. las palabras, una vez lanzadas, ya no se pueden recoger.
      Un abrazo.

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  8. Hola Francisco. Todos en algún momento nos crispamos y lanzamos balas por nuestras bocas. Lo importante es no contestar en caliente, porque una vez el daño está hecho, es difícil dar marcha atrás.
    Abrazos

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  9. Lo leí en Facebook y ya dije que la difamación me parecía horrible ya que puede hundirle la vida a la persona difamada.Saludos

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  10. Hola Francisco. La verdad que a veces deparamos balas que no matan pero dejan una herida dañina. Tenemos que tener mucho cuidado cuando decimos algo de una persona y sobre todo si se lo decimos a la persona. Hay que pensar que lo que no queremos que nos suceda a nosotros intentar no hacérselo a nadie.
    Abrazos

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  11. A veces tu, a veces yo. Es el juego de la vida y aunque a uno no le guste jugarlo el Ser Humano cae en el error de entrar en la partida. Abrazo

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