23 julio 2018

PASA EL BARRENDERO





Pasa el barrendero
con su escoba mellada,
─un cepillo apaisado─
cambiando las hojas de un lugar
al siguiente,
como mendrugo en dentadura desportillada
que envuelve y engulle,
donde el milagro es un incisivo sano.
Son hilvanes al aire
por el acerado y por el parterre;
de cuando en vez,
un remolino que esparce
lo que acaba de barrer.
No hay afán,
sólo tiempo parsimonioso que pasa
sobre la jornada laboral;
en breve, la hora del bocadillo
acortará la peonada
y el barrido, como despeinado,
va quedando en poco menos que nada.

1 comentario:

  1. Estaba convencida de haberte dejado un comentario sobre este poema, porque cuando lo leí el otro día me encantó. Me asombra mucho la capacidad que tenéis muchos de crear poesía sobre lo más cotidiano. Y tienes palabras inolvidables en él como "mendrugo en dentadura desportillada" cuando describes la escoba. Me parece una genialidad. Chapeau!

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