20 abril 2016

HOJILLAS SUELTAS



A Amelia Díaz Benlliure, quien se conmueve
antes versos vendidos en papelitos.

Plaza del Progreso, Madrid,
─algunos dirán Tirso de Molina─
los días de primavera azotando
inviernos no tan gélidos
y la ebullición popular en alza,
─cada quien con sus siglas─
dando banderazos en los setenta
y desafines y exabruptos mitineros
por la larga afonía contenida
y las promesas talladas de utopías.

Ignorado, anónimo, arrinconado;
un rapsoda cantando al amor
y a las miserias de la vida
con su cara tumefacta de tristeza;
en la mochila un cargamento
de octavillas rosas, azules y amarillas,
un arcoíris de letras y ripios
que se dispensan a peseta
y abrigan el hambre sin saciarla.

El hambre es tan antigua como
el ciego de la pancarta y el puntero,
como el aedo que endulza el aire
con sus entonaciones satíricas
en busca del sustento de la vida:
el bardo se hace carne en la palabra,
aunque no alcance el formato libro
y sus versos sean vida efímera
como las hojillas sueltas de a peseta
que aventarán desparramadas los aires.

14 comentarios:

  1. Hay cosas que no cambian, lamentablemente.
    Una de ellas es el hambre y la de cosas que han de hacer algun@s para saciarla.
    Otra es la poesía que tiene alas y vuela en infinito.
    Besos.

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    1. Me felicito por tu presencia, Marienel, y te agradezco tu sabio comentario.

      Besos.

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  2. Una manera honrada de ganarse el pan. Y poco más que el pan.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Esto que hablo es un hecho real, tanto de la persona como del emplazamiento, lugar en el que vivía.

      Un abrazo.

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    2. Entonces serían a pesetas Paco y habría gente que compraría la hojilla, ahora... si se paran a escucharlo ya sería mucho. Un abrazo.

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    1. Y también la sagacidad de los buscavidas, en este caso un poeta menor.

      Saludos.

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  4. Pícaros y genios de las calles que no cambian a pesar del tiempo.
    Un saludo

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    1. Este, no la imagen, sucedía en Madrid en los primeros años setenta.

      Un abrazo, Carmen.

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  5. En época de hambre siempre lo que se agudiza es la picaresca y esta la estamos notando en estos últimos tiempos...El Lazarillo de Tormes es un buen ejemplo de la antigüedad de esta practica...esto de escribir versos y publicarlos en una hojilla es una forma más que honrada de ganarse el pan, aunque en estos tiempos ya serían perseguidos grabándoles con impuestos como a esos músicos callejeros.

    Besos

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    1. Más que un pícaro, este era un poeta con hambre y vendía sus versos para tener un pasar.

      Besos.

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  6. El título del poema envuelve toda la fragilidad del soporte de muchas personas que sin alternativas, de todas formas inventan cómo seguir... Y sin embargo, somos todos somos igual de frágiles. La vida se nos escapa en un instante, por Mac acomodados que podamos estar.
    Un abrazo.

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    1. Ciertamente todos somos frágiles: unos porque han caído en desgracia y otros porque pueden caer sin ser capaces de evitarlo.

      Besos, Sara.

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  7. ¡Qué conmovedor! Me quedé con la imagen de ese rapsoda triste pensando : ". . . Esto es lo que sé hacer. . ."

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