02 noviembre 2015

HOLYWINS



No es un Dios de muertos, sino de vivos.
(Mc 12, 27)

Tiempo extraño, tiempo estrambótico,
tiempo de rememorar a los ancestros,
a aquellos que nos antecedieron
por los tortuosos caminos de la vida;
de limpiar las tumbas, ponerles flores
y pulimentar los buenos recuerdos
que nos siguen acunando en los desasosiegos.

Una corriente fría del mar del Norte,
tras repostar en la vacua sociedad
donde las tradiciones son de anteayer,
nos infecta con iconografía de muertos
vivientes en la dormición de la esperanza;
detrás, todo un marketing verbenero
de descalabros y sangre que salpica.

Hemos obviado la promesa de eternidad
por la moneda falsa y burlona de la muerte;
hemos trocado el respeto al camposanto
por una puesta en escena deshilachada,
donde los cánticos son un apoteosis final
mientras en el subconsciente una voz susurra:
“no es un Dios de muertos, sino de vivos”.

32 comentarios:

  1. Definitivamente se ha perdido el respeto, el vil mercantilismo todo lo corrompe.

    Un abrazo.

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    1. Es verdad que no hay nada eterno, pero me molesta especialmente que sean costumbre foráneas las que vengan a trastocar nuestras tradiciones.

      Un abrazo.

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  2. Uff, México un país muy católico su fiesta de difuntos es un auténtico cachondeo y allí la Iglesia no se atreva a decir lo que la diócesis de Cadiz ha manifestado. Cada cultura se manifiesta sobre la muerte de manera muy diferente, unas lo hacen de manera festiva, otras duermen con sus muertos debajo de sus camas durante años, y la más rara para nuestras púdicas mentes llegan a comerse parte del difunto como signo de amor.

    Si he de decir que el Hallowen, solo pretende una cosa, colonizarnos como lo está haciendo el idioma ingles, me temo que mientras ellos lo están haciendo muy bien, nosotros no ofertamos nada, vamos, que ya ni se representa el Tenorio en la televisión como antes se hacia.

    Un abrazo.

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    1. Esa colonización es la que no me gusta a mí. Aquí, en Galicia y gran parte de la España norte, hay otra tradición que es la de la Santa Compaña con siglos de historia, pero nos hemos dejado conquistar por lo foráneo como ya hicimos con las hamburguesas.

      Un abrazo.

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  3. No es globalización sino colonización cultural e incluso gastronómica (léase comida basura). En España las calabazas deben ser para lo que siempre fueron: para hacer cabello de ángel o suspender a los malos alumnos.
    En todo caso, esta humanidad nuestra resulta tétrica cuando celebra o conmemora la muerte, independientemente del legítimo derecho individual a recordar a nuestros seres queridos.
    Si me dan a elegir me quedo con don Juan Tenorio. Con la obra, claro. No me gusta tampoco ese ¡cuán largo me lo fiais! que le permitía hacer de su capa un sayo.
    Un saludo.

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    1. Yo no suelo visitar los cementerios ni es la muerte lo que se celebra en este puente. El día 1 es el de Todos los Santos, el de los santos anónimos, esos que no han sido elevados a los altares, y el día 2, hoy, el recuerdo de todos aquellos que nos precedieron. Obviamente no se me ocurre decir a nadie cómo debe celebrar las fiestas, pero a mí me incomoda un tanto que nos dejemos arrastrar por una colonización con el Atlántico de por medio y las tiendas de los chinos haciendo su agosto. Sin dudas, prefiero una buena representación del Tenorio.

      Un abrazo.

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  4. Las tradiciones son así y no creo que sea una falta de respeto, desde mi humilde opinión...
    Lo de compungirse e irse de visita (obligada) a los cementerios a pensar en aquellos en los que jamás se deja de pensar, con flores espléndidas que ya no huelen, pero han de mostrarse al resto...tampoco es, repito, en mi humilde opinión, nada recomendable...
    Es ahondar en la pena, la amargura y la soledad!
    En fin, perdóname, pero es lo que opino.
    Besos.

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    1. Quizás no me haya explicado bien, pero no hablo de falta de respeto. La vida cambia y las costumbres también, pero creo que tiene sentido mantener las tradiciones en lugar de adoptar otras de importación. Yo no voy jamás al cementerio porque creo que allí no están mis familiares sino un puñado de huesos. Los celebro en la intimidad y en la iglesia, y obviamente no de forma compungida, ya que sería una farsa estarlo un cierto día al año. Cada quien es libre de hacer lo que le venga en gana y ni siquiera entro en lo que hagan mis nietos, pues ya para eso tienen a sus padres.

      El gran cambio en nuestras tradiciones se ha producido en que ya el 50% de los muertos se incineran y no se entierran. No puedo ni pretendo cambiar nada, pero hablo de los cambios que se están produciendo y de esa moda que nos coloniza desde el otro lado del Atlántico.

      Besos.

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    2. Perdóname, Francisco, probablemente no entendí yo que siempre voy ligera...
      Tienes razón en que somos adoptadores de tradiciones foráneas. Lo somos e ignoro el porqué, pero sí sé que cada cual ha de ser coherente con lo que cree y gusta y lo demás...qué quieres qué te diga...cada vez más tenemos que asumirnos así de...no sé...
      Otro beso

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    3. No tienes motivos ni necesidad de pedir perdón, Marinel.

      Otro beso.

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  5. Este es un día que en mi casa no se recuerda . Somos argentinos no tenemos por qué celebrar fiestas que vienen de otras latitudes. Hallowen no existe en mi casa
    Hoy rezamos por nuestros amados difuntos . Yo no voy al cementerio . Pienso que allí no hay nada.
    Naturalmente cada uno es libre de creer lo que quiera. La diversidad es para respetarla. Bueno ... lamentablemente acá se perdió esa idea. Pensás distinto y sos poco menos que una delincuente.

    Apapachos.

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    1. Actuamos de una forma semejante, María del Carmen, si bien tengo a mis familiares más cercanos diariamente en mis oraciones, hoy día de los difuntos de una forma especial, pero eso es todo: ni cementerio, ni flores. Y por supuesto, que cada quién haga lo que crea oportuno.

      Apapachos.

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  6. Francisco, todos hemos ido al cementerio a poner flores, cada cual lo vive a su manera, unos con tristeza y otros con menos...Sin embargo, ellos están vivos, junto a un Dios vivo, que los acuna a todos, como bien dices...Esta fiesta nuestra es de larga tradición, pero debemos darle más alegría, porque en realidad los recordamos y celebramos su estancia gloriosa y eterna...En cuanto a Hallowen, siempre lo he visto como cosa de niños, que disfrutan tocando el miedo y el misterio, sin más trascendencia...
    Te dejo mi felicitación por tu rotunda claridad y tu maravillosa fé.
    Mi abrazo de luz y mi ánimo siempre, amigo.
    M.Jesús

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    1. Como dice san Marcos, "no es un Dios de muertos, sino de vivos", y esa es mi forma de celebración. Cuando se pierde a un ser querido, uno cree que no lo puede resistir, pero el tiempo es un bálsamo que todo lo dulcifica y la fe de que no han muerto para siempre es el complemento; el resto carece de importancia.

      Gracias siempre, María Jesús.

      Besos.

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  7. Hola Francisco. Prevalecen las fiestas. Y los españoles nos apuntamos a cualquier cosa que sea cachondeo. Hay quién hace de la muerte teatro y se lo pasa en grande. Los tiempos vienen como vienen y ya no da miedo la muerte. Muy buen texto. Besosss

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    1. A mí me da miedo, y hasta pánico, la muerte en vida de los vivos: los que buscan en los contenedores de basura, los que se dejan manipular por las mafias, los que mueren en el mar antes de alcanzar el Jardín del Edén, los que son apresados en la orilla tras salvar sus vidas, los confinados entre vallas y no se les permiten avanzar...

      Un abrazo tan grande como agradecido, Isa.

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  8. Efectivamente, nuestra meta final es el encuentro con Dios al final de nuestros días. Bienaventurados son esos que rebuscan en las basuras y han tenido una vida llena de calamidades, ellos serán recompensados, mientras que los que hallamos pasado la vida confortablemente buena cuenta tendremos que dar de todo aquello que podríamos haber hecho para remediar el sufrimiento de tantos seres humanos.

    Besos

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    1. ¡Qué texto más bello el de las Bienaventuranzas! Cuando dice que sus caminos no son nuestros caminos, en este evangelio queda muy claro. Las personas tenemos otra escala de valores. Y como dice san Juan de la Cruz, "al atardecer de la vida nos examinarán del amor".

      Besos.

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  9. Hola, Francisco y a todos los comentaristas: De verdad me gustó tu reflexión hecha poema como lo que se ha escrito. Estoy de acuerdo que debemos mantener nuestras tradiciones y tratar de frenar las invasiones "culturales". Pero hay algo que me duele que se diga y se consciente como cierta teología bíblica que alude -equivocadamente- todavía a que mientras más se sufre y mientras más pobre eres en esta vida serás más feliz en el cielo. Eso ha sido dicho por gobiernos y poderes (también por nuestra iglesia católica) para mantener un orden injusto evitando las rebeliones sociales. La buena teología siempre ha dicho que Dios nos ha creado para ser felices. Cuando damos una vuelta a esta postura nos cambia la mirada sobre sepelios, cementerios y en forma especial sobre la muerte. Pero lo fundamental, es que nos cambia la vida y nos hace solidarios, responsables de los demás, seguidores de Jesús de Nazaret. Abrazos a todos.

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    1. No creo haber dicho tal, Vicente. No obstante, hay algo que me parece oportuno decir al hilo de tu argumento de dolor: no siempre se interioriza de forma adecuada las palabras de Jesús, sino que se acomodan a los intereses de cada cual. En este mismo momento, en el Vaticano, mientras el Papa vive en un humilde apartamento, los "príncipes de la Iglesia" lo hacen en mansiones, sin que el Papa Francisco haya podido alcanzar su propósito de coherencia de vivir con modestia.

      A mi entender, Jesús habla de pobreza evangélica, que no significa vivir de forma mísera, sino teniendo en cuenta a los otros, compartiendo y haciendo que todos puedan vivir con dignidad. No era mi intención hablar sino del cambio en las tradiciones, pero uno nunca puede dominar a la palabra, sino que es la palabra la que nos va conduciendo. Gracias, Vicente, por tu aportación.

      Un fuerte abrazo.

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  10. Realmente la mayoría se toma el Halloween como un carnaval más para disfrazarse, pero de feos, dráculas, zombies y fantasmas pululan llamando a la puerta para pedir caramelos. Es una fiesta infantil para la mayoría, sin gusto alguno. Dudo que haya nada más detrás para la inmensa mayoría que se deja llevar y no se plantea nada más.
    La fiesta está servida y a muchos les interesa el marketing que hay detras. Bss
    Me ha encantado tu texto, y mucho:-).

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    1. Es posible que quede, como dices, en una chiquillería, cosa que no está mal. Lo malo es que se nos cambien las costumbre de manera invasiva y por la vía comercial. En todo caso, también es cierto que somos nosotros mismos quienes estamos cambiando y en lugar de enterrar a nuestros difuntos los incineramos y nos desprendemos de ellos para siempre.

      Besos.

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  11. Es una moda como otra cualquiera y pasará, tampoco hay que darle mayor importancia.
    Lo que sí tiene importancia para mi, es las visitas que has hecho a mi blog y tus comentarios, a pesar de estar fuera de la blogosfera ¡maldita sea...! menos mal que veo que sólo me había perdido esta de Halloweem,que a pesar de gozar de tu buena factura, es un tema del que paso, quizás porque la pena de los seres que se me fueron no me dejan pensar, estos días, en otra cosa.
    Un beso muy gordo y muchas gracias, MAESTRO

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    1. Me gusta tu mirada optimista, Tracy, quizá he pecado por el impulso a rechazar lo extraño sin reflexionar adecuadamente el caso. Nos seguimos visitando.

      Besos.

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  12. No me enmarco mucho en las tradiciones, la religión, las festividades con sus días de muertos, vivos, enmascarados...no son para mi. Mis muertos los llevo en mi memoria y los vivos vivarachos, explotadores, no entran en mi reino. Concuerdo contigo, Francisco.
    Un gran abrazo.

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    1. Muchas gracias por tu opinión, Ceciely. Lo importante es tener opinión y exponerla sin reprochar las otras ni que te las puedan reprochar a ti. Eso es lo que trato que aquí suceda.

      Un fuerte abrazo.

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  13. Francisco, totalmente de acuerdo contigo. En un pueblo de Córdoba este año esa noche han organizado una fiesta con falorillos hechos con melones, lo que supone recuperar una bonita tradición. Un abrazo

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    1. Quizá, Antorelo, a la tradición a la que me refiero no sea tanto tiempo atrás. Creo que la celebración más oportuna es que cada uno tenga, al menos ese día, presente a sus muertos, les recen, les hablen, se reconcilien, les echen de menos... todo ello en la intimidad de su corazón. Manifestarle a sus padre y abuelos el cariño que sigue sintiendo por ellos no veo necesario que haya que hacer ninguna otra cosa.

      Un abrazo.

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  14. Prefiero la forma en que lo festejaba mi padre: visita al cementerio, cata de buñuelos y lectura de Bécquer, preferentemente "El monte de las ánimas".
    Un saludo

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    1. Más o menos así era nuestra tradición familiar, Carmen; pero luego viví en Madrid algo más de dos décadas y descubrí los "huesos de santo". Una tradición muy española y universal es acabar celebrándolo todo en la mesa. Lo de la lectura es una exquisitez, por tanto, no la abandones.

      Besos.

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  15. Estoy d acuerdo contigo, como dice La Biblia Dios no es un Dios de muertos sino de vivos Eso la mayoría de los que celebran hallowen ni siquiera lo tienen en cuenta, Besos

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    1. No he puesto la cita a ciegas, sino como base del pensamiento que iba a desarrollar, pero cada uno es libre de conducirse con su conciencia. Mil gracias, Katiuska.

      Besos.

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