03 septiembre 2014

PEZ VOLADOR



Horizonte sin bruma,
día despejado;
la mar es una inmensidad azul
bajo la bóveda celeste
y gaseosa,
por donde con frecuencia
galopan las olas;
otras es meseta
de agua rasa y nivelada.
Al igual que el hombre
aspira ancestralmente a ser pájaro,
hay peces tan humildes
como el jurel o la sardina,
—de proporciones similares—
que sobrevuelan con grandes brincos
la superficie marina
y que el pueblo, por esta exocétida habilidad,
llama voladores.
Es vieja tradición de su conserva
en la más vieja maniobra del secado;
no es jamón, ni es cecina,
tampoco mojama de atún,
pero en tiempos más austeros
fueron populares y preciados.


7 comentarios:

  1. No entiendo de peces, no puedo decir mucho. Tu poema es hermoso como todos los que escribes.
    Te dejo burbujas de alegría por la vuelta a casa.
    Apapachos.

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  2. Sabia es la naturaleza y, en cada soplo de vida, nos demuestra su grandeza.

    Un abrazo.

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  3. También tienen derecho a tener pretensiones, ¡pobres peces!

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  4. Bello tu poema, como todos, como siempre. Si, yo también quiero volar. . . Desde Buenos Aires, te abrazo y te invito a pasear...
    https://www.youtube.com/watch?v=IA_ENMbVqOc&feature=em-share_video_user

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  5. Hola Francisco, muy original tu poema.
    :-) Nunca había visto peces voladores y a raíz de tu foto y poema he buscado y es bonito como vuelan. Me encantaría tener alas a mí y poder volar.
    Saludos y un abrazo

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  6. De todo haces un poema,menudo arte.En cuanto al jurel y la sardina,aún siguen siendo preciados en ciertas épocas.Saludos

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  7. El mar aspira a ser pájaro y tocar el cielo...Y el cielo agradecido siempre se mira en su espejo...Muy bello y sugerente, Francisco. Mi abrazo y mi ánimo siempre, amigo.
    M.Jesús

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