17 septiembre 2014

EL GUERRERO DE LAS AGUAS



El mar es una ruta ancha, dilatada,
donde no existen caminos ni sendas
y sí las estelas que luego se emborronan;
lo mismo le sucede al espacio celeste:
sólo la electrónica sabe de parámetros
que conducen al lugar deseado y preciso.

Cuenta Ulises que se inventó
el dulce cántico de las sirenas,
como Homero le inventara a él mismo;
para muchos, la Atlántida
es una Arcadia subacuática,
y también calenturienta ficción
las "Veinte mil leguas de viaje submarino",
del prodigioso Julio Verne.

El mar es trabajo y sudor, es camino,
es conquista, es inquietante espera
y es diversión lúdica en la orilla,
como lo es para El guerrero de las aguas
cuando las agita como grumete intrépido.

33 comentarios:

  1. El mar es vida y como la vida. Y tú eres un enamorado del mar, y mira cuánto nos beneficiamos tus lectores. Muchas gracias, Paco poeta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Sara, por tus constantes amables palabras.
      Besos.

      Eliminar
  2. Una hermosura. Muero de amor por el guerrero de las aguas.
    Siempre que escribes sobre el mar dejas tu corazón en cada verso. Te envidio.
    Me hubiera gustado tener mar . Bueno... tengo río...
    Apapachos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No tienes nada que envidiar, María del Carmen, el Paraná es un mar algo limitado, pero dulce. Tú trabajas con perlas, jades y palabras preciosas.
      Apapachos.

      Eliminar
  3. La foto hoy es de mi sobrino pequeño, y nieto del autor del poema. :)
    Pa comérselo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me descubras, hijo, yo pretendía que "el guerrero de las aguas" pasara desapercibido como un grumete enrolado. Me enamoré de la foto como lo estoy de él.
      Besos.

      Eliminar
  4. Estuvimos mucho tiempo viviendo en la bellísima Málaga, en el Paseo Marítimo, una verdadera gozada. Me encanta la mar y sigo y admiro tu blog por la belleza con que la describes.

    Gracias, poeta.

    Un abrazo.

    Mari Carmen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También me gusta dirigirme a la mar en femenino, es más entrañable y cercana. Te quedo muy agradecido por tu comentario y visitar el blog asiduamente. Yo no suelo otorgarme el apelativo de poeta, pero suena muy bien en labios ajenos. Muchas gracias.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Cuantas historias nos trae la mar, las últimas me las han ofrecido mis nietos y sus castillos junto al rompeolas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, una cantidad impresionante de historias preciosas y otras lamentables, como esos naufragios de personas hacinadas que buscando el paraíso encuentran la muerte.
      Un abrazo

      Eliminar
  6. Ya lo decía don Antonio: caminante no hay camino, sino estelas en el mar.
    El camino te lo haces tú. Cada uno el suyo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y cada uno es responsable del camino propio, paro lo cual hace falta dar igualdad de oportunidades que, si nunca fueron plenas, ahora son una entelequia.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. No imagino mejor fotografía del guerrero de las aguas que la que has puesto. Además de compartir con nosotros tus versos llenos de sentimiento nos das la oportunidad de conocer al grumete intrépido que tantas sonrisas te hace esbozar.
    Es un placer leerte Francisco, voy a aprovechar y mirar atrás para ponerme un poco al día mientras me tomo otro café ;)
    Un abrazo enorme!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La fotografía es la que arrancaron mis palabras. No pretendía divulgar la identidad del intrépido guerrero de las aguas, pero mi hijo Carlos, su tío, ha tenido un arrebato provocado por la distancia y lo ha identificado. Gracias por tu opinión.
      Besos.

      Eliminar
  8. Hola Francisco, precioso ese guerrero luchando con el agua. Tienes toda la razón, la mar es sudor y trabajo cuando uno se adentra en ella para pescar. Lúdico cuando desde la orilla se disfruta observando como tú lo heces con ese pequeño gran guerrero.
    Bellas letras, precioso tu nieto guerreando con las olas.
    Saludos y un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Isa. Lo has resumido muy bien. Como casi todo en la vida, la mar ofrece dos caras: la amable y la amarga. En este caso, es la fotografía lo importante.
      Besos.

      Eliminar
  9. Ay, el amor de los abuelos, tan grande como el anchuroso mar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dice un adagio (lo reproduzco de memoria) que hay tres cosas que no se pueden disimular: el amor, el fuego y la joroba de un camello.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  10. El mar es constante inspiración y movimiento, por eso el "guerrero de las aguas" se siente en su salsa...Has eternizado un momento, que bien lo hubiera querido Homero para su Ulises...Tu nieto juega con el mar de todos los creadores y conquistadores, que miran con cierta envidia a ese niño, que renueva todas las leyendas y sueños...Mi felicitación y mi abrazo grande por tu constancia y buen hacer, Francisco.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, María Jesús, por estas recreaciones que son tus comentarios. Todo mi cariño y mi gratitud por el prólogo que vas a escribir para este libro: "Memoria del mar".
      Besos.

      Eliminar
  11. El mar lo es todo, ya lo dices en tu poesía, el guerrero son su olas cuando están bravías, luchan entre ellas pero ninguna gana, porque son iguales y son hermanas.
    Este verano no nos hemos visto, espero que estéis bien tú y tu mujer.
    Besos para los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vienen tiempos que hay que soportar como temporales que resistir, pero ya cambiará la cosa y tendremos ocasión de disfrutar de estar en compañía.
      Besos.

      Eliminar
  12. Y de la misma forma que a Homero el mar le ha inspirado para hacer sus poemas épicos, esas aguas siempre traerán motivos para inspirar bellos versos.
    Ese niño que se divierte jugando con las olas, es el reflejo de que hay vida en el mar, a su alrededor y en el corazón del poeta que escribe.
    Saludos y buena samena.
    kasioles

    ResponderEliminar
  13. Me gustó ese guerreto , enhorabuena.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  14. Es guerrero, siento la errata.
    Bello poema Francisco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Azzul. Tienes el color del mar y un derroche de cordialidad conmigo.
      Un beso.

      Eliminar
  15. Poesía enlazada hábilmente junto a impresiones y reflexiones surgidas de la lectura de grandes obras como La Odiesea y La Ilíada, o "20.000 leguas de viaje submarino". A ello le podríamos haber sumado las hazañas de Cousteau que, aunque no tan literarias, sí la podemos bautizar como científcas.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razín, Carmen, y si no está el científico francés es porque he pretendido que todo perteneciera al mundo de la ficción y no al de la ciencia. Muchas gracias.
      Un beso.

      Eliminar
  16. Con qué punto de ternura encantador finalizas esta amenísima reflexión poética en torno al mar. No dejas de sacar matices y más matices a este maravilloso ser y presencia, que para los que vivimos a su lado, es paz, abrigo y como tú tan bien expresas:" una ruta ancha, dilatada, donde no existen caminos". Ni existen preguntas ni respuestas, ni fin ni principio, y sí una constante presencia fiel... Pura poesía.

    Siempre me pregunto por qué la mayor parte del planeta está cubierto de agua, y por qué la mayor parte de nuestro cuerpo es de agua (y levemente salada). Quizá el agua tenga alguna función vital a nivel espiritual.

    Un gran placer pasar por tu espacio de mente y sentimiento.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Volarela por tu atinado y sesudo comentario que tanto te agradezco. Parece, efectivamente, que tenemos la misma proporción de agua el planeta y nosotros, como si fuésemos incógnitas de una misma ecuación. Gracias de nuevo.
      (Imagino que ya has tomado contacto con Mª Carmen Nazer)
      Un beso.

      Eliminar
  17. Hoy tus palabras, aun siendo poéticas, han quedado empañadas por la imagen que adjuntas, la primera impresión es que era mi nieto y me imagino que es el tuyo.
    Lo siento.
    Montonazo de besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es mi nieto, Tracy, pero no pretendía hablar de él. Ha sido mi hijo, un tío del niño, quien lo ha desvelado en la Red; pero la imagen es perfecta para usarla sin hablar de lo propio, sino de este intrépido que en el mar no es lo más frecuente.
      Besos.

      Eliminar